Vivimos ya en un mundo tecnológico y ya no sólo nos preocupamos de qué lavadora, televisor o PC comprar. Ahora nos preocupamos, y mucho, de productos que eran rarezas y ahora son casi de uso habitual como aparatos domóticos, gadgets varios y electrodomésticos del siglo XXI con las más variadas utilidades, sobre todo en plan robots. Pero hay uno que últimamente ha arrasado en muchos hipermercados, tiendas de electrodomésticos y online: la freidora sin aceite. Y es que combinan dos demandas enormes: la comodidad a la hora de cocinar, sin ensuciar y además hacerlo de manera sana y encima sin gastar en este caso aceite. Sin embargo, veamos que tiene también sus contraindicaciones y motivos para al menos pensarse si comprarlo o no.
6OTROS CONTRAS PRÁCTICOS
Pero la freidora de aceite tiene otros inconvenientes ya relacionados con la practicidad culinaria. Por ejemplo, es más complicado freír al aire un plato grande entero o incluso un pollo entero pequeño, por lo que puede requerir varias sesiones de freír al aire, gastando más en tiempo y energía.
Además, no puedes cocinar platos grandes, sino tan solo lo que se podría decir producto para el picoteo, como entrantes. Es el caso de las patatas o las croquetas. Si tenemos una comida o cena con muchos invitados, ya no podrás usarla. Además, vale la pena para alimentos ya cocidos, no para rebozados como pescado frito, alitas, marisco…