Vivimos ya en un mundo tecnológico y ya no sólo nos preocupamos de qué lavadora, televisor o PC comprar. Ahora nos preocupamos, y mucho, de productos que eran rarezas y ahora son casi de uso habitual como aparatos domóticos, gadgets varios y electrodomésticos del siglo XXI con las más variadas utilidades, sobre todo en plan robots. Pero hay uno que últimamente ha arrasado en muchos hipermercados, tiendas de electrodomésticos y online: la freidora sin aceite. Y es que combinan dos demandas enormes: la comodidad a la hora de cocinar, sin ensuciar y además hacerlo de manera sana y encima sin gastar en este caso aceite. Sin embargo, veamos que tiene también sus contraindicaciones y motivos para al menos pensarse si comprarlo o no.
5FREIDORA SIN ACEITE NO ES SINÓNIMO DE PERDER PESO
Así de sencillo y no es una frase hecha para los que no quieren que la freidora sin aceite se convierta en un referente, por encima de planchas, sartenes o freidoras normales. Lo dicen estudios de dietistas. Según Rachael Hartley, por ejemplo, «las freidoras de aire no son necesariamente más saludables, es solo una forma fácil de cocinar platos con la sensación crujiente de los alimentos fritos». Y lo más importante: no hay ningún estudio que respalde la creencia de que cocinar con una freidora sin aceite ayude a perder peso. Pero va más allá y tiene mucho que ver con nuestra dieta mediterránea, porque apunta también a que eliminar el aceite de oliva es contraproducente, por los beneficios de estas grasas saludables.