Vivimos ya en un mundo tecnológico y ya no sólo nos preocupamos de qué lavadora, televisor o PC comprar. Ahora nos preocupamos, y mucho, de productos que eran rarezas y ahora son casi de uso habitual como aparatos domóticos, gadgets varios y electrodomésticos del siglo XXI con las más variadas utilidades, sobre todo en plan robots. Pero hay uno que últimamente ha arrasado en muchos hipermercados, tiendas de electrodomésticos y online: la freidora sin aceite. Y es que combinan dos demandas enormes: la comodidad a la hora de cocinar, sin ensuciar y además hacerlo de manera sana y encima sin gastar en este caso aceite. Sin embargo, veamos que tiene también sus contraindicaciones y motivos para al menos pensarse si comprarlo o no.
4EL POLLO EMPANADO SIGUE SIENDO EMPANADO
Al final, como con todo, no es el cómo sino el qué. Bueno, el cómo influye, como hemos visto, pero la clave es el qué. Si metes en una freidora sin aceite un pollo empanado o patatas para freír, pues te meterás a tu cuerpo muchas calorías y grasas de por si. Al final, estás cocinando más sano, pero estás cocinando algo que de por si no es lo más nutritivo ni sano, o peor aún, poco nutritivo y poco sano. Aquí entran de nuevo los cocinados de todo la vida, es decir, para entendernos es mejor hacer ese pollo a la plancha y listo, ahorrándote un aparato que no es muy caro pero que ya conlleva un gasto más y un espacio menos en tu cocina, que cada vez se llena más de todo tipo de pequeños electrodomésticos.