Cabify se adelanta a Uber y Bolt en la carrera para electrificar las VTC

Una de las grandes exigencias para cualquier empresa en 2022 es demostrar que su modelo es verdaderamente sostenible. Además de ingresos y pérdidas todas deben preocuparse por sus números de emisiones de carbono o de consumo energético, y en empresas de transporte a motor este problemas es aún más intenso, lo pueden decir Bolt, Uber y Cabify. El uso de combustibles fósiles por la mayoría de los coches aún hoy es todo un punto en contra, que los usuarios pueden ver directamente.

Por tanto, y más con las controversias que han enfrentando en las últimas en España en las últimas semanas. De allí que las tres grandes compañías de este ramo en el país estén, a su manera y a su ritmo, buscando transformar sus flotas a vehículos que no contaminen. Cada una tiene su objetivo en el tiempo, aunque todas esperan poder presumir de bajar a cero sus emisiones de carbono en los próximos años. 

UBER: LA MITAD EN 2025 Y EL RESTO PARA 2040

La empresa más conocida de VTC en el mundo, y que opera en España desde el 2014, ha hecho ya varios proyectos para reducir las emisiones de gas carbónico, como los Uber Green o la reciente incorporación del transporte público dentro de la aplicación. Pero al ver sus objetivos como empresa parecen, cuando menos, poco ambiciosos en cuanto a plazos. 

Su principal apuesta es una alianza con Repsol para alimentar una flota que esperan sea 100% verde para el 2040, aunque es cierto que esperan haber cumplido con la mitad de este objetivo durante los próximos tres años. Sin embargo vale recordar que su objetivo no se limita a España, sino que esperan haber reducido a 0 sus emisiones de carbono en todo el planeta. Se trata de unas 10.000 ciudades donde tendrán que reemplazar toda sus flotas.

Mientras intentan cumplir con ello en el caso español esperan que la petrolera los ayude. Repsol se ha comprometido a permitir que los conductores de Uber que posean vehículos eléctricos puedan acudir a los puntos de recarga eléctricos de la petrolera. Es un paso que esperan sume más d estos vehículos a la aplicación, aunque no por ello reducirá la cantidad de coches con motor de combustión tradicional. 

BOLT Y SU POLÍTICA MEDIOAMBIENTAL

Desde su fundación en Estonia por allá en 2013, mucho antes de su aparición en España y cuando aún se llamaba Taxify, Bolt ha presumido a buen grado de su vocación ambiental. Es cierto también que sus primeros proyectos, que apostaban justamente por facilitar el acceso a los taxis y que luego sumaron el alquiler de patinetes eléctricos, eran más fáciles de adaptar. 

Cabify espara electrificar su flota de vehículos en España completamente para 2025, y en el resto del mundo para 2030

De hecho, en su reciente participación durante la semana europea de la movilidad, su gran presentación fue justamente una central de carga eléctrica para sus patinetes y bicicletas. Durante la misma presentación la compañía aseguró que esperan colaborar a la mayor adopción de medidas de micromovilidad para conectar lugares de trabajo y hogares con vehículos como bicis y patinetes.

A pesar de eso es cierto que su salto a VTC los ha puesto en la misma carrera que la competencia, con la necesidad de transformar completamente su flota en los próximos años. Aunque aseguran que el dar más opciones dentro de la misma aplicación incentiva al usuario a no depender del vehículo privado, y que se comprometen a neutralizar sus emisiones de carbono parecen decididos a proteger su flota actual.

CABIFY YA PRESUME DE EMISIONES NEUTRAS

En el caso de la empresa fundada en España ya todos sus anuncios, incluso los más controversiales, incluyen el mensaje de haber neutralizado ya sus emisiones de Carbono. Es una buena señal, aunque la realidad es que tiene que ver más con medidas compensatorias como siembra de árboles. 

Sin embargo, si se cumple, su objetivo de electrificación es considerablemente más ambicioso que el de la competencia. Según explican esperan haber electrificado su flota de vehículos en España completamente para 2025, y en el resto del mundo para 2030. Es una meta ambiciosa, para la que ya están adquiriendo nuevos coches eléctricos, además de sumarse a la petición para que se prohíba la venta de vehículos de combustión interna en el país desde el 2035. 

Si bien estas señales ponen a Cabify a la cabeza del cambio lo cierto es que toca ver que pasa en los próximos años y medir cómo avanza este proceso de transformación. Es complicado saber cómo puede evolucionar, o si la situación de Ucrania obliga a las tres empresas a acelerar procesos que ya han comenzado.