El núcleo más joven de la población, más comúnmente conocido como Generación Z, es el que más descuida su seguridad online a la hora de usar aplicaciones móviles o entrar en internet desde un ordenador. En este contexto, la ciberseguridad es la herramienta principal para evitar que roben nuestros datos personales. Pero no siempre es una labor automática, el usuario también tiene que poner de su parte con el fin de esquivar a los hackers informáticos.
No cabe duda que los más jóvenes son los que mejor maneja las herramientas de internet. Pero manejar no es sinónimo de hacer buen uso de su contenido. El trato de la información personal es una de las mayores responsabilidades que hay que asumir para proteger nuestra seguridad.
Se encuentran claras diferencias entre distintos usuarios que emplean internet de una manera u otra, dependiendo de la edad, pero hay que tener en cuenta una regla general: especial precaución al difundir datos privados.
No obstante, internet ha sido, desde sus inicios, un agujero negro donde los usuarios navegan a sus anchas sin saber que están expuestos a la ciberdelincuencia. La difusión de información falsificada o incluso el ciber-acoso son problemas actuales que dañan la imagen de la persona.
Según el último informe de la empresa de ciberseguridad ESET, que analiza el uso de la tecnología por las diferentes generaciones y cómo cada una de ellas cuida a su seguridad en línea, se deduce que los jóvenes de la Generación Z son los principales actores vulnerables a la propagación de información confidencial dentro del mundo de la digitalización.