En cuanto bajan las temperaturas, empiezan a apetecer guisos más consistentes y calentitos, como cocidos, potajes, asados… y los platos más ligeros dan paso a recetas más contundentes y calóricos. Una de las recetas más representativas del otoño es estofado de conejo con almendras, un fruto seco que además de tener muchas propiedades nutricionales, le va perfecto a este tipo de platos. Además, para darle un toque muy especial, le vamos a añadir un toque de hierbas provenzales y de canela, con un resultado único que evoca a la naturaleza y al monte otoñal.
6ALMENDRAS Y CANELA: EL TOQUE ESPECIAL
A parte, en un mortero majamos las almendras junto con la canela hasta conseguir un polvo fino. Añadimos un poco del caldo para que se forme una pasta líquida y que sea luego más falcil añadirlo al guiso. Cuando el puerro y la cebolla estén listos, agregamos el vino blanco y subimos la intensidad del fuego. Añadimos también los trozos de conejo que teníamos reservados y dejamos que se cocine todo hasta que se evapore el alcohol del vino. Seguidamente, añadimos el caldo con la canela y las almendras.