En cuanto bajan las temperaturas, empiezan a apetecer guisos más consistentes y calentitos, como cocidos, potajes, asados… y los platos más ligeros dan paso a recetas más contundentes y calóricos. Una de las recetas más representativas del otoño es estofado de conejo con almendras, un fruto seco que además de tener muchas propiedades nutricionales, le va perfecto a este tipo de platos. Además, para darle un toque muy especial, le vamos a añadir un toque de hierbas provenzales y de canela, con un resultado único que evoca a la naturaleza y al monte otoñal.
3PREPARAR LA CARNE DEL CONEJO
Lo primero es preparar la carne de conejo, para lo cual lo troceamos en trozos grandes. Salpimentamos todas las piezas por las dos caras. Después enharinamos bien. Un método muy práctico par hacerlo es tomar una bolsa de plástico de las que se usan para congelar y añadir dentro unas cucharadas de harina de trigo. Después metemos dentro la carne, cerramos el zip y agitamos bien para que todos los trozos queden perfectamente cubiertos de harina. Un truco rápido y sin mancharnos las manos. Una vez enharinado, sacamos de la bolsa con cuidado y vamos colocando los trozos de carne en un plato retirando el exceso de harina.