De jamón, de cocido, de setas… las croquetas se pueden hacer de prácticamente todo lo que se nos ocurra, incluso dulces. Pero en esta ocasión te traemos una receta con la que vas a sorprender y conquistar a tus comensales: croquetas de queso.
Cada bocado de uno de estos pequeños manjares sabe a gloria, y lo mejor es que puedes crear diferentes variedades si utilizas varios tipos de queso para elaborarlas. Veamos paso a paso cómo se hacen.
10¿Y si sobran croquetas?

Si ves que has hecho croquetas de más, después de pasarlas por harina, huevo y pan rallado, lo que puedes hacer es congelarlas. Así, cuando las necesites, las tendrás listas y solo tendrás que freírlas.
Para la congelación, colócalas en una bolsa de congelados y metelas en el congelador apoyando la bolsa sobre una tabla en posición horizontal. Deja transcurrir una hora y ya puedes retirar la tabla y guardar la bolsa con normalidad, ya no se romperán.