El Chiringuito se ha caracterizado desde su creación por ser un programa que vive de la polémica. Los enfrentamientos entre los colaboradores son la salsa de este formato dirigido por el popular presentador Josep Pedrerol.
Pero en los últimos días el nivel de polémica ha subido un escalón más, poniendo incluso en peligro la continuidad del programa. Los comentarios xenófobos vertidos por Pedro Bravo contra el jugador del Real Madrid, Vinicius, supusieron el estallido de una espiral de tensión de una magnitud difícil de controlar.
A pesar de que Pedrerol pidió disculpas públicamente al extremo brasileño por el comentario desafortunado, el nivel de popularidad de El Chiringuito ha caído, llegando incluso algunos aficionados a promover en redes sociales una campaña para dejar de ver el programa, bajo el hasta #apagonchiringuito o #apagontotalalchiringuito.
El Real Madrid salió en defensa de su jugador anunciando medidas legales contra cualquiera que pronunciase o realizase comentarios o acciones racistas o xenófobas contra cualquiera de sus jugadores. El propio Vinicius colgó en sus redes sociales un vídeo denunciando que se siente víctima de la xenofobia. El trato a Vinicius por parte de la afición del Atlético de Madrid durante el último derbi fue la gota que colmó el vaso.
Y para echar más leña al fuego, el periodista youtuber Iñaki Angulo y la cadena ESPN en Brasil denunciaron públicamente que El Chiringuito había amenazado a la estrella madridista con destrozarle en el programa si publicaba el vídeo que finalmente publicó.
La convulsión que se produjo tras estas declaraciones hizo que Josep Pedrerol anunciara una querella criminal contra el citado periodista y la cadena de televisión brasileña con el fin de lavar el honor de su programa. La polémica no ha terminado seguro que varios capítulos por escribir en este turbio asunto.