Los callos generan debate, ya que, por muy ricos que estén, es un plato que si te dicen lo que lleva puede que seas reacio a probar este manjar. Aún así, es una receta popular de la gastronomía española que los más mayores recordarán con cierta añoranza, ya que les transporta a sus años de juventud donde el menú del día de cualquier restaurante tenía como primer plato unos buenos callos. Por ello, te vamos a enseñar a preparar unas callos que tienen algo especial: no son a la madrileña, sino que es la elaboración que se lleva décadas preparando en Andalucía.
4TERCER PASO: VOLVER A COCINAR LOS CALLOS CON EL HUESO DE JAMÓN
Pasado los cinco minutos, escurrimos los callos y volvemos a rellenar la cazuela de agua. Esta vez, además de añadir los callos, introducimos el trozo de jamón para que desprenda todo su sabor durante la cocción. Cuando el agua llegue a punto de ebullición bajamos el fuego a temperatura baja y dejamos que se cocine durante una hora con la tapa puesta. Si es necesario se puede añadir un poco de sal y más agua, ya que la clave para que salgan suaves los trozos es que estén perfectamente cubiertos.