Los callos generan debate, ya que, por muy ricos que estén, es un plato que si te dicen lo que lleva puede que seas reacio a probar este manjar. Aún así, es una receta popular de la gastronomía española que los más mayores recordarán con cierta añoranza, ya que les transporta a sus años de juventud donde el menú del día de cualquier restaurante tenía como primer plato unos buenos callos. Por ello, te vamos a enseñar a preparar unas callos que tienen algo especial: no son a la madrileña, sino que es la elaboración que se lleva décadas preparando en Andalucía.
2PRIMER PASO: LIMPIAR LOS CALLOS
Antes de ponernos manos a la obra, tenemos que recordar que esta elaboración es muy sencilla y que no se necesita años de experiencia en la cocina o una estrella Michelin para lograr un resultado de matrícula de honor. Lo primero que tenemos que hacer es coger la cantidad de callo, que normalmente es de unos 500 gramos, y limpiarlos correctamente bajo el chorro de agua hasta que no tenga ningún resto de suciedad. Es clave que utilicemos agua fría para retirar la suciedad de nuestro ingrediente principal.