El trabajo en la cocina no siempre es agradable. El resultado son platos deliciosos, pero la elaboración se puede complicar un poco si tenemos que trabajar con ingredientes como la cebolla o los ajos. De hecho, pelar ajos es una de las tareas que menos gusta a los cocineros.
El ajo, tan típico en la gastronomía española, es un ingrediente que no resulta agradable de manipular, porque nos acaba dejando las manos con un olor intenso que se puede mantener durante horas.
8El clásico truco del cuchillo
Una forma sencilla y rápida de conseguir que los ajos se pelen bien es apoyarlos sobre una superficie plana y darles un golpe con un cuchillo. Esto hace que la piel se quiebre y se pueda retirar más fácil.
El problema de este truco es que aquí estamos manipulando más el ajo, por lo que existe más riesgo de que nos queden las manos impregnadas por su olor.