La Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) ha sancionado a The Boeing Company y a su ex consejero delegado Dennis A. Muilenburg con 200 y 1 millones de dólares (204 y 1,02 millones de euros), respectivamente, por haber realizado declaraciones «materialmente engañosas» tras los dos accidentes del 737 MAX. El suceso provocó la muerte de 346 personas en Indonesia en el año 2018.
El organismo regulador estadounidense considera que la compañía sabía que el Sistema de Aumento de Características de Maniobra (MCAS, por sus siglas en inglés) ponía en peligro la seguridad de los aviones tras el primer accidente en 2018, pese a lo cual aseguró públicamente que el avión era «tan seguro como cualquier otro avión que haya surcado los cielos».
Así lo ha transmitido la SEC a través de un comunicado, en el que también aseguran que, tras el segundo accidente, los responsables volvieron a declarar que el avión era seguro, destacando que no existía ningún fallo en la seguridad del MCAS. Todo ello a pesar de que disponían de informes internos que certificaban lo contrario.
Después de la negativa información sobre la compañía norteamericana, las acciones de Boeing cayeron más de un 3% en Wall Street al cierre de la sesión. En la preapertura del mercado, los títulos de la fabricante de aeronaves siguen descendiendo en torno al 2%, acumulando una caída mensual superior al 13% en septiembre.
LA SEC ASEGURA QUE ENGAÑARON A LOS INVERSORES
Gary Gensler, presidente de la SEC, ha señalado en el comunicado que en tiempos de crisis «es especialmente importante que las empresas y los directivos proporcionen información completa, justa y veraz a los mercados», algo que tanto Boeing como Muilenburg «no cumplieron». Es por ello que considera que engañaron a los inversores al ofrecer garantías sobre el 737 MAX «a pesar de conocer los graves problemas de seguridad».
La SEC asevera que Boeing, un mes después del accidente del 737 MAX en Indonesia en octubre de 2018, emitió un comunicado de prensa, revisado por Muilenburg, que «destacaba selectivamente ciertos hechos de un informe oficial del Gobierno indonesio que sugería que el error del piloto y el mal mantenimiento de la aeronave contribuyeron al accidente.
Asimismo, el comunicado también dio garantías de la seguridad del avión, sin hacer ningún apunte sobre la revisión interna de seguridad que había determinado que el MCAS planteaba un «problema de seguridad del avión» y que Boeing ya había comenzado a rediseñar el MCAS para abordar ese problema, según la SEC.
UN FONDO DE COMPENSACIÓN PARA LOS INVERSORES PERJUDICADOS
Después del accidente de Ethiopian Airlines en marzo de 2019, cuando todos los 737 MAX fueron inmovilizados por las autoridades aéreas internacionales, Muilenburg, aunque sabía que existía información que ponía en duda ciertos aspectos del proceso de certificación relacionados con el MCAS, dijo a los analistas y periodistas que «no hubo ninguna sorpresa o brecha» en el 737 MAX y que Boeing había «confirmado que sigue exactamente los pasos en los procesos de diseño y certificación que producen aviones seguros».
Por su parte, el director de la división de Aplicación de la SEC, Gurbir S. Grewal ha declarado que «Boeing y Muilenburg pusieron los beneficios por encima de las personas al engañar a los inversores sobre la seguridad del 737 MAX, todo ello en un esfuerzo por rehabilitar la imagen de Boeing tras dos trágicos accidentes que provocaron la pérdida de 346 vidas y un dolor incalculable para tantas familias».
La SEC ha determinado que Boeing y Muilenburg violaron por negligencia las disposiciones antifraude de las leyes federales sobre valores. Sin admitir ni negar las conclusiones de la SEC, Boeing y Muilenburg aceptaron las órdenes de cese y desistimiento que incluyen multas de 200 millones de dólares y 1 millón de dólares, respectivamente. Se creará un fondo de compensación en beneficio de los inversores perjudicados, de conformidad con la ley.