Nos encanta la comida rápida, hay que reconocerlo, a pesar de que tengamos una gastronomía tan rica y variada. Sí, nos deleitamos con una fabada asturiana, una paella, un cocido madrileño, una tortilla de patatas, pero también con una pizza o una hamburguesa, dos pilares en casi cualquier parte del mundo, para disgusto de dietistas y médicos. Pero, aunque pizzas o hamburguesas como la más famosa Big Mac sean baratas y un reclamo para comer rico y barato, te puede salir aún más económico haciéndola en casa, con un extra de lujo, por otro lado la clave: el toque secreto de la salsa.
6¿ES LA HAMBURGUESA LO QUE MÁS ENGORDA?
Es una pregunta recurrente, sobre todo cuando la comparamos con las otras grandes protagonistas de nuestra dieta habitual de comida rápida: la pizza y el kebab. Pues si lo comparamos con la pizza, la hamburguesa es menos calórica, y la de McDonald’s menos que la de Burger King, así que en eso salimos ganando.
Sin embargo depende mucho de la calidad de la carne, la cantidad, el tipo de pan y por supuesto, si va acompañado de refresco y patatas fritas, que es lo que verdaderamente es más nocivo en su suma. Un menú tipo puede contener más de mil calorías (la mitad de lo necesario al día para un adulto medio, que oscila entre las 1.800 y las 2.100 calorías). Eso lo podemos evitar en parte al hacerla en casa.