Nos encanta la comida rápida, hay que reconocerlo, a pesar de que tengamos una gastronomía tan rica y variada. Sí, nos deleitamos con una fabada asturiana, una paella, un cocido madrileño, una tortilla de patatas, pero también con una pizza o una hamburguesa, dos pilares en casi cualquier parte del mundo, para disgusto de dietistas y médicos. Pero, aunque pizzas o hamburguesas como la más famosa Big Mac sean baratas y un reclamo para comer rico y barato, te puede salir aún más económico haciéndola en casa, con un extra de lujo, por otro lado la clave: el toque secreto de la salsa.
4LO IMPORTANTE NO SON LOS INGREDIENTES, SINO LA PROPORCIÓN
Así lo hemos visto en la elaboración, porque los ingredientes eran ya suficientemente conocidos y solo hay que darse cierta maña para emularla en casa. Para muchos la hamburguesa es adictiva, y la Big Mac especialmente, y consideran que la salsa es la culpable, por su sabor. Es lo que hace que nos apetezca siempre tomar una hamburguesa y no un plato de lentejas, aunque también nos guste. Pero como ves la salsa no tiene ningún secreto ni ingrediente que te lleve a la perdición. Es una cuestión de control y de darse un capricho de vez en cuando. Al hacerla en casa, evitas la compulsión de comprar y la facilidad de pedir más, al ser también bastante baratas con el menú.