Llegó el momento de la verdad. Llega el frío y tras un calor sofocante que terminó con la polémica del ahorro energético de los aires acondicionados y de las luces de las que ya nadie habla, ahora llega algo más preocupante como es el ahorro en gas, tan fundamental en tantas casas para calentarlas. La inflación sigue disparada y tanto la Unión Europea como los gobiernos ya tienen planes para mitigar el corte ruso. Pero lo que nos preocupa a los ciudadanos es cómo ahorrar en la factura y así sortear un coste de la vida cada vez más asfixiante, sobre todo en energía. Pues, al igual que hay que ver cómo gastar lo menos posible en electricidad, veamos cómo hacerlo con el gas.
1LOS NUEVOS TIEMPOS Y LA ETERNA BÚSQUEDA DEL AHORRO

Hasta el año pasado parecía clara la estrategia: elegir la tarifa regulada en electricidad y la libre en gas. Pero con la inflación, la guerra en Ucrania y la crisis en ciernes todo ha cambiado. Mientras, el consumidor se vuelve loco entre los porqués de que la factura del gas o de la luz esté tan cara, los tramos, los impuestos, las promesas… La realidad es que queremos pagar lo menos posible sin tener que entrar en restricciones personales, salvo las que pudieran imponer. Que al menos no sea porque no se llega a fin de mes. En definitiva, la situación ha cambiado del todo y con ello la estrategia, así que toma buena nota.