Los problemas de Talgo han sido una de las grandes noticias del año. La empresa ferroviaria ha tenido que enfrentar varias controversias, tanto por la pérdida de más del 45% de sus beneficios como por las deudas que aún mantiene con la estatal Renfe. A esta seguidilla de problemas se le sumala decisión de seguir operando en Rusia en plena invasión a Ucrania, que puede manchar algunos de sus proyectos con empresas como Repsol.
La decisión de la empresa de raíces vascas afianzada en Madrid de quedarse en el país de Putin es más que llamativa. Según sus números Rusia es solo la fuente del 1% de sus ingresos, a través de proyectos en diseño, construcción y mantenimiento de trenes. A pesar de ello Talgo parece pensar que aún habrá futuro en la tierra de los zares y no ha mostrado señales de querer abandonarla, aún si las sanciones han obligado a reducir su plantilla en el país.
RUSIA: UNA DE LAS CLAVES PARA TALGO
A pesar de que Talgo tiene una «pequeña» presencia en Rusia la empresa la sigue defendiendo como una filial importante y con futuro pese a la invasión en Ucrania. Así lo explicó a EFE el director del Departamento de trabajo con clientes, Yevgueni Majlay, a pesar de ello tuvieron que reducir su plantilla pues las sanciones europeas «no les permiten» seguir trabajando en el mantenimiento de los ferrocarriles que construyeron en Rusia.
Majlay también aseveró que no tienen planes de abandonar la tierra de Putin. «Talgo no tiene planes de cerrar aquí su filial, se mantiene para futuros proyectos y el futuro mantenimiento de trenes de RZhD», sentenció el ejecutivo. La decisión se nota con la empresa manteniendo sus operaciones en Rusia entre los proyectos que aún presumen en su página web.
Sin embargo la empresa ya ha tenido problemas en Rusia por incumplir sus contratos de mantenimiento algo que desde Talgo aseguran se debe a las sanciones. Está situación los ha llevado a buscar un arbitraje en Moscú para recuperar parte de sus contratos, dejando parte de sus ingresos en manos de las cortes de Putin.
LOS CIEN TRENES DE DEUTCHE BAHN
Sin embargo, dos empresas proyectos clave del sector en Europa siguen atados a Talgo. Desde Alemania Deutsche Bahn está contando con la empresa española para la producción de buena parte de sus trenes de larga distancia, mientras que en Repsol apostó por Talgo para su proyecto de tren de hidrógeno.
A pesar de que Talgo tiene una «pequeña» presencia en Rusia la empresa la sigue defendiendo como una filial importante
Para la empresa alemana la inversión con Talgo es importante. Estos le han solicitado a los españoles unos 100 trenes de modelo ICE L que esperan sirvan para conectar alemania con varios de los principales destinos de Europa como Alemania con Países Bajos, Austria y la frontera de Suiza, además de apurar sus proceso de «descarbonización».
Pero en el camino este proyecto se ha complicado. Sea por la pandemia o por la larga lista de problemas de la empresa en el último año, la ejecución del proyecto se ha ralentizado a medida que han pasado los meses, firmando la oferta en 2019 pero mostrando el diseño de los trenes apenas está semana.
LA OFERTA DE HIDRÓGENO DE REPSOL
Uno de los proyectos que Repsol presenta entre sus grandes apuestas renovables es el tren Vittal One, un tren empujado por una batería de hidrógeno que cuenta con un diseño de Talgo. El proyecto, anunciado en 2021 y que si es exitoso podrá entrar en funcionamiento en 2023, depende claramente de la producción de la ferroviaria.
Es un proyecto importante para ambas compañías que las pondría a la cabeza del mercado español en cuanto a transporte verde, y en la que han puesto sus esperanzas de parte del estado para cumplir con los objetivos de emisiones exigidos por la unión europea en los próximos años, que básicamente requeriría la desaparición de los trenes empujados por diésel.
Es uno de los tantos proyectos de trenes de hidrógeno que esperan empezar a transportar pasajeros en España en los próximos años, pero no el único pues Talgo, como ya acostumbra, tendrá que enfrentar de frente a un proyecto de CAF que estará de la mano de Iberdrola, es espejo perfecto del Vittal One.
MAS RIESGOS PARA EL FUTURO
En el fondo los problemas de Talgo con Rusia se derivan de haber ignorado señales claras, desde los discursos de Putin hasta sus movimientos militares, de que una crisis como la ucraniana podía reventar en cualquier momento.
La empresa no tenía un plan de salida por lo que se ha visto obligada a improvisar soluciones sobre la marcha. Es una situación que muchas empresas podrían tener que afrontar en caso de que China cumpla con sus amenazas en Taiwán, o en el caso de la propia Talgo si Egipto o Arabia Saudí llegan a tomar alguna decisión parecida que pueda convertirlos en parias internacionales.