Los bancos centrales están aplicando una política monetaria agresiva para tratar de frenar los elevados datos de inflación y algunos expertos ven en estas medidas una estrategia cortoplacista, especialmente si se habla de la evolución del mercado. En Europa, el Banco Central Europeo (BCE) acometió la semana pasada la mayor subida de tipos de interés de la historia de la eurozona, hasta los 75 puntos básicos, que tuvo un impacto inmediato en las bolsas.
El Ibex 35 y las principales bolsas europeas protagonizaron subidas que arrastran hasta el inicio de esta semana. El protagonismo se lo están llevando los principales bancos nacionales como BBVA, Santander y CaixaBank, que se revalorizan desde entonces entre un 10% y un 15%, gracias a un escenario de encarecimiento de las hipotecas que afectará directamente al bolsillo de la población.
Sin embargo, a nivel general este pequeño rally bursátil será pasajero y, para diferentes expertos, los próximos meses pueden estar marcados por nuevas caídas. Los principales motivos destacan el hecho de que las decisiones del organismo europeo ya estaban descontadas, además de la presión inflacionista y el elevado riesgo de un mercado muy volátil. Unos resultados empresariales correspondientes al tercer trimestre marcados por el descenso de la facturación pueden poner la guinda del pastel.
EL MERCADO DESCUENTA MÁS SUBIDAS DEL BCE
«La gravedad de los repuntes de la inflación en la eurozona, con una tasa interanual en agosto por encima del 9% (máximos desde 1983), ya había llevado a la mayor parte del mercado al convencimiento de que el BCE tendría que intensificar el proceso de subidas de tipos para intentar ponerse a la altura del desafío, por más que eso implique a la vez elevar los riesgos de recesión en la región», explica Antonio Castelo, analista de iBroker a Merca2.
«La recuperación de la renta variable y del euro puede durar muy poco en un contexto de vulnerabilidad energética y aversión elevada al riesgo»
«A pesar de la subida y, aunque en octubre los tipos vuelvan a subir en la misma cantidad, los tipos de interés reales a corto plazo siguen siendo masivamente negativos, de manera que la distancia respecto a cualquier referencia del ‘tipo neutral’ del BCE se mantiene alejada«, añade Castelo.
Por lo que la continuidad de esta política llevada a cabo por la presidenta del BCE Christine Lagarde, en consonancia con las declaraciones emitidas el pasado jueves, también está en parte descontada. «Lagarde vino a decir que pueden quedar entre dos y cuatro subidas adicionales de tipos. Dos subidas más de 75 puntos básicos, o tres de 50, que dejarían el nivel de llegada en el 2,25%, poco menos de lo que el mercado descuenta en estos momentos», explica el analista.
LA RECUPERACIÓN PUEDE DURAR MUY POCO
Un escenario que para el experto parece «razonable», teniendo en cuenta que, en a penas unos meses, «la evidencia del estancamiento o la recesión de la economía europea hará muy difícil que el BCE pueda justificar subidas adicionales».
«En cuanto a la reacción de los mercados, como podemos ver, la subida había sido ya asumida. Pero creemos que las empresas todavía tienen que asumir las consecuencias del endurecimiento monetario y de la inflación. La recuperación de la renta variable y del euro puede durar muy poco en un contexto de vulnerabilidad energética y aversión elevada al riesgo», concluye el analista de iBroker.
«Las bolsas necesitan necesitan algo que las oriente para decidirse a moverse en alguna dirección firme, pero no lo encuentran»
El contexto sigue estando marcado por la incertidumbre, la debilidad económica y una inflación que todavía no ha tocado techo, lo que hace que la prudencia sea la tónica general en los análisis, con opiniones más bien pesimistas.
A pesar de la moderación vista en Estados Unidos (pendiente de confirmar dicha tendencia de relajación), en Europa los riesgos adicionales por la crisis del gas hacen complicado encontrar un techo, que es la clave para un cambio de dirección consistente de las bolsas«, aseguran desde Renta 4.
PENDIENTES DE LOS DATOS DE INFLACIÓN AMERICANA
No solo preocupa la evolución de Europa, sino que todo el mundo está pendiente de los próximos datos de Estados Unidos. Este martes presentan los datos de inflación, que pueden volver a movilizar las bolsas en un sentido u otro. Desde el departamento de análisis de Bankinter creen que el mercado reaccionó positivamente al anuncio del BCE ya que «no sabía si era bueno o malo y al final decidió que era más bien bueno porque podría haber sido peor».
La renta variable se ha visto beneficiada en los últimos días y el mercado de bonos ha retrocedido desde entonces. Sin embargo, y a pesar del rebote, los expertos creen que las bolsas están bloqueadas desde Jackson Hole, la reunión de banqueros celebrada a finales de agosto que remarcó el endurecimiento en la política monetaria de la Reserva Federal Americana (Fed) y su presidente Jerome Powell.
Esto es así porque el mercado «sigue digiriendo el hecho de que, suban hasta donde suban los tipos, no bajarán a lo largo de 2023, al contrario de lo que se pensaba«. En este sentido, desde el banco consideran que las bolsas «necesitan algo que las oriente para decidirse a moverse en alguna dirección firme, pero no lo encuentran y, en consecuencia, empiezan a mostrarse escépticas con respecto a la inflación americana de este martes o la reunión de la Fed del 21».