Las compañías turísticas del Ibex 35 son algunas de las más perjudicadas en lo que va de 2022. IAG, Meliá, Aena y Amadeus pierden cerca de 8.000 millones de su valor de mercado desde enero, en un año marcado por la incertidumbre, la inflación y la volatilidad. A pesar de los buenos datos de recueperación del turismo resgitrados durante este verano, los inversores han penalizado a las cotizadas del sector y lo peor aún está por llegar.
Aerolíneas, hoteleras y otras firmas turísticas forman parte del grupo de empresas que más valor pierden en los últimos dos años. Si la pandemia frenó en seco las economías y las numerosas restricciones han supuesto un lastre para su recuperación, 2022 no se queda atrás si hablamos de obstáculos.
El aumento de la inflación durante los últimos meses a raíz de la crisis energética por la guerra entre Rusia y Ucrania ha encarecido los costes. Con los precios del petróleo y de los combustibles al alza desde principios de año, el temor inversor se ha apoderado del mercado en los valores turísticos del sector.
A IAG SE LE ACUMULAN LOS PROBLEMAS
IAG, el holding de aerolíneas hispano británico dueño de Iberia, pierde más de un 23% de su valor, lo que se traduce en una reducción de más de 2.021 millones de su capitalización. El grupo presidido por Luis Gallego acusa la todavía algo mermada demanda, sumada a los numerosas dificultades relacionadas con las huelgas de trabajadores y la escasez de personal en algunos aeropuertos que ha llevado a cancelar miles de vuelos, así como el encarecimiento del combustible.
Situación que ha llevado a la compañía a aumentar los precios de sus tarifas. Aunque esta medida ha sido la tónica general entre las aerolíneas, las más beneficiadas están siendo las lowcost. A medida que aumenta el coste de la vida y los consumidores tienen que reducir gastos, las empresas de bajo coste aprovechan la ventaja competitiva que ofrecen por sus precios reducidos sobre las aerolíneas tradicionales.
Asimismo, si bien el escenario a corto plazo ya parece negativo, a futuro el sector se enfrenta a un problema mayor: la escasez de pilotos. Las huelgas llevadas a cabo como la de tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) de Iberia Express alertan sobre otros posibles parones de pilotos para exigir mejorar sus condiciones laborales.
Estos trabajadores son activos móviles cada vez más escasos y, ante ofertas más atractivas que puedan brindar aerolíneas asiáticas y de Oriente Medio, las empresas europeas deberán asumir mayores costes de personal sino quieren acusar la falta de pilotos en los próximos años.
MELIÁ SACA PECHO DEL VERANO ENTRE RECORTES A SU PRECIO OBJETIVO
La cadena hotelera Meliá es la empresa que menos pierde desde enero, con un descenso del 5,6% en el acumulado anual. La pérdida de valor en este caso consta de cerca de 73 millones de euros en el mercado, ya que los cuatro primeros meses del año fueron especialmente lucrativos para la firma de la familia Escarrer. Desde junio la historia cambia y Meliá pierde más de un 23% de su valor.
Recientemente, el consejero delegado de la empresa, Gabriel Escarrer, ha descrito el verano como «memorable» y «muy positivo». A través de una publicación en LinkedIn, el directivo ha destacado la recuperación de los destinos vacacionales españoles y ha hecho balance del negocio de la compañía durante este período estival, aunque sin ofrecer datos concretos.
La diversificación de los mercados, la evolución del tiempo de estancia media o el mayor consumo del lujo son algunos de los factores determinantes que ha destacado el consejero delegado, quien espera que en septiembre también se alcancen cifras similares a las registradas en 2019, año prepandemia. La recuperación se verá reflejada en sus resultados trimestrales, que pueden dar otro impulso a la compañía.
Sin embargo, los inversores se muestran más cautos ante las últimas valoraciones de Meliá y del sector. De esta manera, Deutsche Bank modificó su recomendación sobre la hotelera recientemente pasando de ‘comprar’ a ‘neutral’ y recortando su precio objetivo desde los 8,1 hasta los 6,2 euros por acción. Un cambio argumentado por la elevada inflación y un entorno económico más difícil para 2023.
AENA NO CONVENCE AL MERCADO
Por su parte, Aena se deja un 12,3% de su valor durante este ejercicio, lo que en millones de euros supone haber perdido 2.540 millones de capitalización de mercado. La gestora aeroportuaria ha registrado en agosto unas cifras que rozan las alcanzadas en 2019. Con 27,3 millones de pasajeros, los aeropuertos bajo gestión de la compañía llegaron al 92,6% del tráfico registrado en año prepandemia, con Madrid a la cabeza.
Pero, a pesar de los buenos datos de recuperación del verano, Aena también es víctima de los males de las aerolíneas como IAG, por lo que las malas previsiones para la demanda de los próximos meses y para 2023 forman parte de los problemas de la gestora aeroportuaria.
Asimismo, la estrategia reciente de la firma se ha centrado en la expansión para diversificar más su mercado. De esta manera, el pasado agosto la cotizada firmó un acuerdo para la adjudicación de 11 aeropuertos en Brasil por un precio de 2.450 millones de reales brasileños (unos 468 millones de euros).
Se trata de una operación a priori positiva, ya que la diversificación geográfica del negocio dota de otras fuentes de ingresos en un mercado donde puede crecer durante los próximos años. Sin embargo, algunos analistas tildaron el valor de la transacción como excesiva. De igual manera, tampoco ha supuesto un impacto en su cotización, que depende más de el temor a la situación macroeconómica.
AMADEUS PAGA LAS MALAS PREVISIONES DEL MERCADO
Amadeus, la proveedora de soluciones tecnológicas a la industria de los viajes, tampoco se libra este año. La caída de su cotización desde enero roza el 12% y su capitalización de mercado se ha visto reducida en hasta 3.267 millones de euros.
La empresa que preside Luis Maroto trata de remontar todo lo perdido durante el mes de junio (-14,7%), y suma en positivo en las última sesiones gracias a la euforia de las bolsas tras la subida de tipos acometida por el Banco Central Europeo (BCE) el pasado jueves.
«La recuperación sigue su curso a buen ritmo y creemos que el levantamiento de confinamientos y restricciones en China/Asia debería dar un impulso adicional«, señalaron recientemente los analistas de Renta 4 en su última valoración sobre Amadeus. Si bien es cierto que el sector turístico ha tenido un buen verano, el mercado tiene más en cuenta el futuro y castiga el momento presente con ventas.
«En nuestra opinión, la evolución de las cotizaciones del sector no se corresponden a la situación actual sino a la previsión de que la complicada situación macro provoque no ya un parón de la recuperación sino probablemente incluso un retroceso de la misma«, concluyen los expertos en su análisis.