Hay infinitas posibilidades a la hora de cocinar con cerdo. Pero si hubiese que quedarse con una de las partes más sabrosas de este animal, esa sería sin duda la que representa el secreto ibérico. De hecho, su nombre no es fruto de la casualidad, ni mucho menos. Más allá de su se trate de una parte “oculta” de la anatomía del cerdo, durante mucho tiempo fue algo limitado a unos pocos privilegiados.
Lo más habitual es prepararlo a la plancha, pero, como veremos a continuación, también puede hacerse al horno y que quede genial. Solo hace falta tener en cuenta algunas cosas.
3A vueltas con el aceite y la sal
Como casi todo el mundo sabe, el secreto ibérico es una parte del cerdo grasa de por sí. Por lo tanto, ya sea haciéndolo a la plancha en una sartén o, como en este caso, al horno, no es necesario apenas utilizar aceite. Lo más común es echar solo una gotita a la bandeja en la que se vaya a hacer, pero si no se utiliza nada tampoco pasa nada, puesto que el cerdo ya va a soltar suficiente grasilla.
Y algo similar sucede con la sal. Siendo tan sabroso como es ya de por sí el secreto, el mejor consejo pasa por utilizar muy poca sal o ninguna, y sobre todo no pasarse con ella. Apenas se notará la diferencia.