El presidente y consejero delegado de Gazprom, Alexei Miller, ha advertido de que los mercados del gas asisten a un «rally de precios» que podría impulsar el coste del combustible el próximo invierno por encima de los 4.000 dólares por 1.000 metros cúbicos, un 33% por encima de los precios actuales.
«Estamos viendo, en el sentido literal de la palabra, un ‘rally’ de precios», ha afirmado Miller durante una conferencia respecto de los más de 3.000 dólares por 1.000 metros cúbicos que regularmente se están alcanzando en los mercados.
«En Gazprom hemos hecho previsiones de precios para el próximo invierno y, según una estimación conservadora, manteniendo las tendencias actuales en el mercado, el precio en el pico del máximo otoño-invierno puede superar los 4.000 dólares por 1.000 metros cúbicos», ha anticipado.
De este modo, los precios de los futuros del gas ascenderían al equivalente a unos 385 euros por megavatio/hora (MWh), cuando en la actualidad la referencia del Viejo Continente ronda los 246 euros MWh, quintuplicando los precios del año pasado.
En opinión del directivo ruso, las razones de la escalada de los precios obedecen a las decisiones erróneas de los reguladores occidentales al abandonar el sistema de contratos a largo plazo, lo que afecta a la estabilidad de los suministros, y a la política de sanciones implementada contra Rusia.
En este sentido, Miller ha señalado que la agenda medioambiental de la Unión Europea, «simplemente se tira a la basura», mientras está creciendo el consumo de carbón y fuel oil en Europa. «Lo que es más curioso es la gran demanda de leña. Todos decidieron abastecerse de leña. Y ya nadie recuerda la agenda ambiental. Todo el mundo está pensando en cómo pasar el próximo invierno», ha criticado.
De este modo, si bien ha reconocido el sustancial descenso del consumo procedente de los países de la UE y del Reino Unido, al mismo tiempo ha celebrado el crecimiento del suministro hacia China, que ha aumentado un 60% en los ocho primeros meses de 2022.
Por otro lado, aseguró que los consumidores rusos tendrán acceso a un recurso energético «barato y fiable», añadiendo que los consumidores del mercado interno tienen excelentes motivos para ser optimistas sobre el futuro del gas en Rusia porque el país cuenta con reservas para los próximos 100 años y algunos de los campos en desarrollo seguirán funcionando y proporcionando gas al país en 2120.