La moda de los chefs nos ha demostrado que la gastronomía es casi infinita y que hay platos elaborados deliciosos. Pero esos mismos defienden también no ya una receta casera y sencilla, sino la felicidad que da simplemente freír bien un huevo y disfrutarlo, o desayunar pan con aceite. Pero incluso en estos casos, tienen sus trucos y consejos para que esté de diez. Y es que hasta lo más simple puede derivar en disgusto, como el caso de querer untar en la yema de tu huevo frito y que se haya quedado «frita». Veamos cómo evitarlo.
7Y QUÉ HAY DE LA SAL
Obviamente hay que echarla para conseguir ese sabor de huevo frito que encanta, pero la clave es el momento idóneo. En este caso, sería incorporar la sal justo al echar el huevo a la sartén y siempre sobre la yema. Con ello lograrás eso otro toque maestro para que ya todo sea perfecto y disfrutar de un huevo frito que te sabrá a gloria y te hará olvidar cualquier receta deliciosa. Tu pan, tu huevo frito y un buen vaso de vino, agua, refresco… Pero igual en tu caso te falta algo más, esa guarnición que siempre apetece con él. Veamos algunas ideas…