Los tacones son ese calzado que nos da una de cal y otra de arena. Los amamos de la misma manera que los odiamos, ya que la mayoría de veces que los utilizamos acabamos con unas ampollas que no nos dejan caminar con normalidad durante varios días. Y es que, es inevitable que nuestros pies sufran con los tacones, debido a que son incómodos, tienen un diseño poco natural y su material tampoco es que sea tan suave como la cara de un bebe. Para evitar que en tu próxima salida nocturna acabes con los pies llenos de ampollas, te vamos a enseñar los trucos maestros para que no te salgan rozaduras en los pies cuando usas tacones.
4PROBAR EN CASA ANTES DE UTILIZARLOS EN LA CALLE
Siempre que volvemos de compras lo que más deseamos en el mundo es estrenar las prendas que nos hemos comprado. Puede que las ganas que tienes de lucir tus nuevos tacones sean superiores a ti, pero no es muy recomendable utilizarlos nada más salir de tu tienda favorita. Lo ideal, sería ir probando el tacón durante unos días en tu hogar, para hacerte a la forma del calzado y así evitar que nuestros pies sufran. Dependiendo del diseño del tacón será más fácil acomodarlo a tu pie, pero si sigues sin estar cómoda con ellos puedes utilizarlos durante 30 o 40 minutos dando paseos por el parqué de tu casa.