Cada vez son más las personas que se decantan por el pago con tarjeta bancaria en lugar del uso de efectivo. Las tarjetas bancarias son instrumentos de pago al alcance de todos que permiten hacer múltiples operaciones financieras, entre otras, compras físicas de bienes o servicios, pago de impuestos o compras online. De cara a uso, el Banco de España ha elaborado una lista de consejos para los mayores.
LOS TRÁMITES
Las tarjetas son cómodas para pagar. Además, permiten realizar otros trámites como consultar saldos, hacer transferencias o gestionar claves en los cajeros automáticos. Por eso, las tarjetas bancarias son una herramienta clave para la inclusión financiera.
A pesar de ello, todavía hay segmentos de la población, como las personas mayores, que siguen prefiriendo el uso de efectivo, ya sea porque no tienen el hábito o por falta de confianza para utilizarlas en condiciones de seguridad. Para ayudarles a superar estos miedos, podemos tratar de explicarles los tipos de tarjetas que existen y las principales ventajas de su uso, así como darles algunas recomendaciones para que las utilicen de forma segura.
DIFERENTE TIPOS
En primer lugar, puedes enseñarles a diferenciar cuáles son los tipos de tarjetas más utilizadas:
Las primeras, las tarjetas de débito: están vinculadas obligatoriamente a una cuenta y solo pueden disponer con ellas del saldo de la cuenta corriente a la que están asociadas. Además, se pueden establecer límites de seguridad al importe que se puede gastar con ellas cada día. Los pagos se adeudan en el momento de la compra y suelen utilizarse para pagar gastos diarios, extraer dinero del cajero o realizar pagos por internet.
las tarjetas de débito están vinculadas obligatoriamente a una cuenta
También están las tarjetas de crédito: permiten disponer de una cuantía mayor al saldo de la cuenta corriente a la que están asociadas ya que, en realidad, están concediendo un crédito que está a disposición del titular. También se pueden contratar sin vinculación a una cuenta. Los pagos se suelen pasar a final de mes y permiten optar por liquidar el importe íntegro (suele operar sin cobro de intereses) o por aplazar una parte durante un periodo más largo (lo que suele conllevar intereses que pueden ser elevados).
Están sometidas al control del departamento de Riesgos del banco, por lo que pueden ser denegadas dependiendo de la situación patrimonial del solicitante, por la aparición en ficheros de morosidad o por tener un excesivo riesgo crediticio que se puede conocer a través de la Central de Información de Riesgos.
LAS TARJETAS PREPAGO
Asimismo, hay tarjetas prepago. Estas necesitan tener un saldo precargado para poder usarlas, de modo que, al realizar una compra, el importe se descuenta del saldo cargado. Para obtenerla no es necesario abrir una cuenta bancaria.
Todas ellas suelen presentar los elementos comunes que se muestran en la siguiente imagen y que conviene que los mayores conozcan para ser capaces de operar fácilmente con las tarjetas.
Existen algunas ventajas de las tarjetas bancarias para que valores con tus mayores si les interesa su uso:
Seguridad: las tarjetas bancarias son seguras. Si pierden la tarjeta, deben avisar cuanto antes al banco del extravío o robo para que la bloquee y así su dinero siga estando seguro en el banco.
Es cómodo llevar tan solo una tarjeta de plástico con la que poder pagar en caso de necesitarlo
Comodidad: es cómodo llevar tan solo una tarjeta de plástico con la que poder pagar en caso de necesitarlo. Además, a diferencia del efectivo, permiten hacer compras por internet de forma sencilla, segura y rápida.
Eficiencia: el uso de la tarjeta evita algunos inconvenientes como una eventual falta de cambio exacto en los comercios al pagar con un billete grande o recibir cambio en monedas de poca denominación.
Variedad: existen distintos tipos de tarjetas y la elección de una u otra dependerá de sus intereses y necesidades. Por ejemplo, para los gastos del día a día lo más seguro es una tarjeta de débito y para un gasto de un importe elevado la de crédito.
LOS RIESGOS DE LAS TARJETAS
Sin embargo, utilizar tarjetas también conlleva algunos riesgos que se pueden prevenir. Debes insistir en que custodien sus claves de seguridad con responsabilidad, en que se aseguren que los comercios donde vayan a comprar aceptan el pago con tarjeta (hoy muy generalizado) y en que no caigan en la tentación de gastar más por el hecho de no experimentar con sus pagos la experiencia directa de entregar “dinero” (efectivo) que dejan de tener en su bolsillo.
La seguridad es clave para que nuestros mayores se sientan cómodos con el uso de las tarjetas. Por eso, es conveniente recordarles las recomendaciones y precauciones básicas para un uso adecuado y seguro de sus tarjetas:
Recuérdales que verifiquen la cantidad que tienen pendiente de pagar, si la tarjeta es de crédito, o el saldo de su cuenta antes de intentar realizar otra compra, si es de débito.
Al efectuar un pago con tarjeta en un comercio físico es importante que la transacción se haga en su presencia para evitar que copien la banda magnética o que pongan en el teclado una cantidad superior de lo que realmente se ha gastado.
EL PIN ES CLAVE EN LAS TARJETAS
Al introducir el pin en el datafono, deben procurar marcarlo rápidamente y de forma oculta y fijarse antes en que el importe indicado sea el correcto. No deben olvidar tampoco pedir los comprobantes de la compra o de la operación si resulta cancelada.
Si usan la tarjeta para pagos online es mejor que eviten dejar sus datos bancarios guardados
Si usan la tarjeta para pagos online, el dinero de plástico es mejor que eviten dejar sus datos bancarios guardados en la página o la aplicación y que los introduzcan solo cuando vayan a realizar una compra concreta.
Adviérteles de que no compartan con nadie ni las contraseñas, ni el pin, ni ningún otro dato relacionado con sus tarjetas o cuentas bancarias.
LAS PRECAUCIONES
Y si a pesar de haber tomado las precauciones anteriores se produce un robo, pérdida o realización de gestiones sin su autorización, deberán denunciarlo lo antes posible en una comisaría, así como comunicarlo al banco y pedir su cancelación.
Hay que establecer límite máximo a las operaciones diarias para minimizar el impacto en caso de fraude
Por último, habla con tus mayores y establece límite máximo a las operaciones diarias para minimizar el impacto en caso de fraude. Además, estableced alertas en el móvil para estar al tanto de los movimientos y poder identificar los que no os sean familiares.