El 40% de los robos de todo el año se producen durante el verano, por eso muchas personas se marchan de vacaciones, felices, pero con cierta inquietud en el cuerpo. Los ladrones, antes de ponerse manos a la obra, llevan a cabo inspecciones de inmuebles, tanto viviendas unifamiliares como bloques de pisos. Durante días estudian si hay movimiento en la casa revisando las cartas en el buzón o el polvo acumulado en la puerta, entre otros detalles.
5NADA DE ESCONDER LLAVES
Hay cosas que no se deben dejar en casa, aunque nos estemos asegurando de que la vivienda no parezca sola. Los objetos más valiosos, como dinero en metálico, joyas, o similares, se deben quedar a buen recaudo en casa de algún amigo o familiar. Y por supuesto, no hay que esconder llaves en el exterior por si acaso perdemos nuestra copia. Ni las macetas, ni el jardín, ni las alfombras… Cualquier escondite por bueno que te parezca será revisado por los ladrones.