El 40% de los robos de todo el año se producen durante el verano, por eso muchas personas se marchan de vacaciones, felices, pero con cierta inquietud en el cuerpo. Los ladrones, antes de ponerse manos a la obra, llevan a cabo inspecciones de inmuebles, tanto viviendas unifamiliares como bloques de pisos. Durante días estudian si hay movimiento en la casa revisando las cartas en el buzón o el polvo acumulado en la puerta, entre otros detalles.
10NO CORTAR LA ELECTRICIDAD
Muchas personas cuando se van a ausentar durante varias semanas optan por cortar la luz, para evitar posibles problemas. Sin embargo, esto puede dar una pista inconfundible al ladrón de que la casa está vacía, si alguien llama al timbre o al telefonillo y no suenan. Además, si colocamos una alarma o una cámara, vamos a necesitar electricidad. Lo mejor es desenchufar todos los aparatos que no se van a usar, y así, de paso, nos ahorraremos una pequeña cantidad de dinero, a la vez que reducimos los riesgos.