Que el tabaco no es nada bueno para nuestra salud, es algo que todos sabemos. Sin embargo, cuando pensamos en sus consecuencias nocivas solemos limitarnos a afecciones pulmonares como el enfisema o el cáncer de pulmón.
Pero no es esto lo único que debería preocuparte si todavía no te has decidido a dejar de fumar, porque cada cigarrillo que consumes provoca efectos muy nocivos en todo tu cuerpo, afectando incluso a tu rostro.
9Tiene la solución
Lo bueno de todo esto es que todavía estás a tiempo de parar ese envejecimiento prematuro. La clave está, como habrás imaginado, en dejar de fumar. Porque la piel comienza a recuperarse inmediatamente.
Cuando la piel recupera el que debería ser su aporte normal de oxígeno y nutrientes empieza a tener un aspecto mucho más saludable, con un tono más rosado. Eso sí, la recuperación total no se produce hasta pasados tres o cuatro años de haber abandonado el hábito del tabaco.