Que el tabaco no es nada bueno para nuestra salud, es algo que todos sabemos. Sin embargo, cuando pensamos en sus consecuencias nocivas solemos limitarnos a afecciones pulmonares como el enfisema o el cáncer de pulmón.
Pero no es esto lo único que debería preocuparte si todavía no te has decidido a dejar de fumar, porque cada cigarrillo que consumes provoca efectos muy nocivos en todo tu cuerpo, afectando incluso a tu rostro.
5El tabaco y las manchas en la piel
La aparición de manchas contribuye a incrementar el aspecto envejecido de la piel. Aunque estas acaban haciendo acto de presencia con el paso del tiempo, la piel de los fumadores tiene más tendencia a su desarrollo.
El humo del cigarrillo impacta directamente sobre la piel del rostro y daña sus células, destruyendo su tejido. Esto provoca una alteración de los melanocitos que da lugar a más producción de pigmento, y con ello a la aparición de manchas.