El tiempo quita y da razones. La cruzada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contra las eléctricas pierde fuelle. El anuncio a bombo y platillo de un nuevo hachazo a sus beneficios extraordinarios se ha desmontado en apenas unas horas. Primero Iberdrola y más tarde Endesa presentaban unas cuentas en las que lo extraordinario de sus beneficios brilla por su ausencia.
Endesa cierra el primer semestre del año con unos resultados marcados por un contexto de mercado muy negativo. La compañía reduce un 12% su beneficio ordinario neto que se cifra en 734 millones de euros. Pese al entorno desfavorable, la compañía liderada por José Bogas mantiene sus objetivos para final de año. Así, en los seis primeros meses ha reafirmado sus metas financieras para el ejercicio: 4.100 millones de ebitda (resultado bruto de explotación) y 1.800 millones de resultado ordinario neto.
Entre los factores determinantes de esta rebaja de las ganancias, el estallido de la guerra en Ucrania y el repunte de precios de las materias primas energéticas, singularmente el gas, que en promedio ha sido un 305% más caro en el primer semestre del año respecto al mismo periodo de 2021. Como consecuencia, el coste medio de la electricidad en el mercado mayorista ibérico ha crecido un 252%, hasta 206 euros. Un nivel que sitúa a España y Portugal en el entorno del resto de principales países europeos como Alemania (186 euros), Francia (229 euros), Italia (249 euro) o Reino Unido (210 euros).
El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha afirmado que la energética «está pendiente» de conocer los detalles del nuevo impuesto que el Gobierno quiere imponer a la banca y a las energéticas para recaudar unos 7.000 millones de euros en dos años, aunque ha defendido que la eléctrica «no obtiene beneficios extraordinarios en esta coyuntura, cumpliendo con la legislación aprobada en los últimos meses».
En una conferencia con analistas para presentar los resultados del primer semestre, Bogas indicó que será necesario «esperar y conocer el alcance» del impuesto para hacer una valoración adecuada. De esta forma, subrayó que «no sólo no hay beneficios extraordinarios», sino que las coberturas están reduciendo los resultados de todas las compañías eléctricas.
En concreto, apuntó que Endesa tiene vendida toda su producción propia de electricidad inframarginal (nuclear, hidroeléctrica y renovable no regulada) para 2022 y el 88% para 2023 a un precio de en torno a 65 euros/MWh, por debajo de los 67 euros/MWh establecidos de tope por el Gobierno a partir del cual se aplica la minoración.
Además, los directivos de la energética recordaron que la Comisión Europea recomienda que este nuevo tributo no debe afectar a la inversión en renovables ni distorsionar el mercado de CO2, añadiendo que ignoran si seguirá el modelo del impuesto de Italia, ya que desconocen su metodología.
Asimismo, el consejero delegado de Endesa aseguró que en estos momentos la compañía no está trasladando a sus clientes que están en el mercado libre el aumento del precio de la energía, aunque añadió que en el segundo semestre, según vayan venciendo esos contratos, sí que se podrían ajustar en sus renovaciones, pero «buscando la manera de ofrecerles el mejor precio posible sin afectar a nuestros márgenes», dijo.
ENDESA APORTARÁ «PROPUESTAS RAZONABLES»
Bogas también puso en valor el tope al gas para producir electricidad, y aunque estimó que «medidas particulares» como la excepción ibérica mitigan la subida de precios, consideró que «no solucionan el problema de fondo: el elevado precio del gas».
Por otra parte, Bogas señaló que en este primer semestre se ha comprobado «cómo el escenario macro, tanto económico como energético, ha proseguido su senda de deterioro», tras una invasión de Ucrania por Rusia que «no ha hecho más que exacerbar la senda de fuerte crecimiento del precio del gas, motivo último de la crisis energética europea».
Así, destacó el enfoque de la Unión Europea hacia la descarbonización y la autosuficiencia energética en el continente como «la única vía realista en el medio y largo plazo».
«En el corto plazo, afrontamos planes de ahorro y eficiencia energética a escala ibérica y europea en los que Endesa aporta y aportará propuestas razonables y constructivas como lo viene haciendo durante este último año de crisis de precios», añadió al respecto.
Por su parte, el director general financiero de Endesa, Luca Passa, ha señalado a los inversores que «estamos en el buen camino, pese a las complicadas condiciones vividas en la primera mitad del año, para cumplir nuestras previsiones para el conjunto de 2022: un ebitda de 4.100 millones y un beneficio neto ordinario de 1.800 millones».
En el mismo sentido, «nuestra estrategia en finanzas sostenibles sigue progresando en un entorno adverso y, entre otros hitos logrados, hemos ampliado de 4.000 a 5.000 millones el programa de pagarés ligados a criterios de sostenibilidad», ha afirmado Passa. «Los nuevos instrumentos financieros estarán basados en los objetivos de reducción de emisiones de gases de efectos invernadero contenidas en nuestro plan estratégico para 2023 y 2024», concluye el responsable financiero.