Este martes los ministros de la energía de la Unión Europea (UE) debatieron los posibles recortes en el consumo de gas para hacer frente a los más que probables cortes de suministro por parte de Putin. Más que probables porque Gazprom ya ha rebajado hasta el 20% el flujo de gas hacia Alemania.
La respuesta del gobierno a la propuesta inicial realizada por la Comisión Europea fue, y cito textualmente a la Ministra Ribera: “España no apoya esta propuesta. (…) Pase lo que pase, las familias españolas no van a sufrir cortes de gas y luz en sus casas”.
LA COMISIÓN
Al margen de que la propuesta de la Comisión no hablaba de cortes sino de ajustar el consumo voluntaria y solidariamente, todos los países y todos los sectores de la sociedad europeos (administración pública incluida), un 15%. ¿Por qué se rechaza la primera propuesta y se acepta ahora como un éxito un ajuste del 7%?
En mi opinión este espectáculo tiene por objetivo ofrecer una imagen del Gobierno como hábil negociador y defensor de los intereses de España cuando ninguna de dichas afirmaciones es cierta.
No son ciertas, porque es habitual en las negociaciones de la Unión que se parta de posiciones maximalistas y que cada país defienda sus intereses para, después de largos debates, llegar a acuerdos en los que todas las partes ceden, la Comisión y los países miembros.
es habitual en las negociaciones de la Unión que se parta de posiciones maximalistas
No son ciertas, porque el acuerdo real supone recortar un 15% el consumo de gas si llegase el cerrojazo del gaseoducto Nord Stream, recorte obligatorio- no voluntario en todos los casos como dice el gobierno- siempre que lo voten una mayoría de países en el Consejo, y España – y otros países a los que también se les ha concedido excepciones- solamente podrá ajustar su consumo en un 7% u 8% si demuestra que utiliza su estructura de gas natural licuado (infraestructura en la que somos líderes europeos) para exportar el máximo a los países de Europa central.
el acuerdo real supone recortar un 15% el consumo de gas si llegase el cerrojazo del gaseoducto Nord Stream
¿Seremos capaces de aprovechar al máximo esa capacidad cuando el gobierno solo ha realizado acciones para superar la paralización administrativa de la regasificadora de El Musel cuando comenzaron las tensiones energéticas y exclusivamente para almacenamiento de gas?
¿Seremos capaces cuando España ha multiplicado por cuatro la compra de gas ruso tras la visita de Sánchez a Ucrania en que prometió a Zelenski ayuda humanitaria?
LA CAPACIDAD
¿Seremos capaces cuando Rusia se ha convertido en los últimos meses en el segundo proveedor de gas a España tras la nefasta política llevada a cabo por nuestro gobierno en relación con Argelia que ha supuesto el cierre del mayor gaseoducto que traía gas a nuestro país?
¿Será este acuerdo, del cual se desconoce la letra pequeña y lo que supondrá en ajustes para familias, empresas e industrias españolas, otro éxito gubernamental (léase con toda la ironía posible) como la “excepción ibérica” que ha supuesto una subvención de 6 millones de euros diarios a Francia (según últimas estimaciones, 147 millones en total) mientras en España el precio de la luz no dejaba de crecer?
¿UE INSOLIDARIA?
Por último, ¿puede permitirse ser insolidario con la UE el país que más fondos recibe del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia? ¿puede permitirse ser insolidario con la UE uno de los países que más se ha beneficiado de la política de compra de deuda ejecutada por el Banco Central Europeo?
Por todos estos motivos, considero que más que defender a España lo único que el gobierno quiere conseguir con este espectáculo es generar una nueva cortina de humo y otro chivo expiatorio a quién culpar de sus errores o de posibles cortes de suministro.
Antonio González Terol, diputado del Partido Popular (PP)