Hay que ver lo rica que está la paella. Tanto que se trata, con permiso de la tortilla de patatas y de las croquetas, del plato más típico del amplio recetario de nuestro país. Visto así, no es de extrañar que tantos restaurantes y bares lo incluyan de manera habitual en sus menús. Sin embargo, tú también la puedes preparar en casa siguiendo una receta y te puede quedar igual de rica que si la comes fuera. Lo único que tienes que hacer es seguir los pasos y, por supuesto, preparar un buen caldo de marisco. Y eso es precisamente lo que te vamos a enseñar a lo largo de este artículo.
3Rehoga a fuego lento y aplasta con la ayuda de una cuchara de madera
Una vez que hayas añadido las cáscaras y cabezas de los langostinos para hacer este caldo de marisco que le va a dar a tu paella un sabor inconfundible, lo siguiente que has de hacer es ayudar a que estos restos suelen toda su esencia y por consiguiente todo su sabor. Y para ello lo que tienes que hacer es machacarlos con un mazo.