El San Jacobo es una receta clásica que, sin embargo, pocas veces hacemos en casa. En muchos hogares se recurre a comprarlo congelado, lo cual es un error, porque la versión casera es mucho mejor.
Se tarda muy poco en elaborar estos filetes y, si lo haces bien, te va a quedar casi casi tan rico como un cachopo. Así que no se hable más, ponte el delantal y ponte manos a la obra, porque vas a sorprender a todos con el resultado.
6No abuses del aceite
Lo bueno de este tipo de libritos es que, al ser finos, no necesitan freírse durante mucho tiempo, lo que nos permite reducir la cantidad de grasa.
No hace falta que pongas mucho aceite en la sartén, con dos o tres dedos es más que suficiente para que los San Jacobos se cocinen como es debido y no cojan demasiada grasa.