Barcelona se convertirá en el escenario de una batalla en las calles ante el cisma de los sindicatos de VTC y del Taxi la próxima semana. Los sindicatos del transporte de pasajeros escogen el día previo a la convalidación del decreto para iniciar esta nueva guerra, similar a la que ocurrió en 2019 con el decreto de Damià Calvet. El sindicato mayoritario de las VTC, el Sindicato Libre de Transporte (SLT), ha mostrado un rechazo frontal al «restrictivo» decreto ‘antiCabify‘, aprobado recientemente por la Generalitat. Como hicieran hace tres años, estos conductores se movilizarán el próximo martes por las calles de Barcelona, con una manifestación a pie hasta el Palau de la Generalitat.
Los sindicatos de la VTC reivindican sus puestos de trabajo, unos 2.500 directos
La movilización ha provocado la reacción de los taxistas, que, junto al PSC, se han proclamado vencedores y redactores de gran parte de esta norma, la más restrictiva del mundo por sus durísimos requisitos y sanciones. En una primera reacción, el líder de los taxistas, Alberto Álvarez, ha tirado de ironía. Así, apunta que los lemas de la manifestación del martes serán «defendemos los derechos del amo«; «Uber es una mafia, pero no tanto»; y «dejadnos robar tranquilos«.
EL TAXI ACUSA A LOS SINDICATOS DE VTC DE «PRÁCTICAS MAFIOSAS»
«Estamos cansados de que se secuestre la ciudad» y que con «prácticas mafiosas» se nos quiera quitar el «derecho a la movilidad», ha afirmado el coordinador de Élite Taxi. Asimismo, ha rechazado la violencia y la presión que ejercerán las VTCs. «Son unos chantajistas«, ha criticado. No obstante, los propios taxistas han protagonizado marchas lentas por las calles de Barcelona y enero de 2019 llegaron a cortar parte de la Gran Via durante días. Asimismo, se movilizaron contra el Govern por un borrador que avalaba la moratoria del decreto Ábalos y llegaron a amenazar con cortar Barcelona si finalmente se aprobaba. La sangre no llegó al río, entonces, dado que se recogieron importantes demandas que habían exigido.
La marcha tendrá 24 horas antes de la convalidación definitiva del decreto en el Parlamento de Cataluña. Los sindicatos de la VTC reivindican sus puestos de trabajo, unos 2.500 directos, mientras que las licencias no llegan a apenas a las 1.500 frente a un total de 4.000. «Queremos mostrar la preocupación por la estabilidad laboral de los profesionales que operan en este sector», ha afirmado en un comunicado el Sindicato Libre de Transporte. Asimismo, desde el sector afirman que esta normativa pone en peligro sus empleos.
Las reivindicaciones de este sindicato cuentan con el apoyo de UGT, que, sin embargo, no se ha pronunciado sobre si acudirá a esta nueva marcha lenta por las calles de Barcelona. UGT ha sido el sindicato de clase que más se ha posicionado a favor de las VTC en Cataluña.
UGT, A CONTRACORRIENTE DEL PSC, POR EL CONFLICTO CON LAS VTC
Las críticas se centran en la «restrictiva» regulación que entrará en vigor a partir del próximo mes de octubre. Por ello, ha emplazado a los grupos políticos a mantener los puestos de trabajo y la convivencia de ambos tipos de transporte. Cabe recordar que el PSC exige a sus diputados y afiliados pagar la cuota a este sindicato en Cataluña. Sin embargo, en esta cuestión, los propios socialistas votarán en contra de las preferencias de su sindicato con el fin de ganarse el voto del taxi, mayoritario y con cerca de 40.000 votantes directos, de los que cerca de 16.000 están en Barcelona y su área de influencia.
Dentro de la nueva regulación, UGT carga directamente contra la norma de la longitud de los vehículos nuevos de VTC. En este sentido, el sindicato cree que «miles de licencias no podrán seguir prestando servicios urbanos por incumplir las nuevas obligaciones». Entre otras medidas, se pedirá al menos dos años de carnet de conducir y un examen previo en el Área Metropolitana de Barcelona a los conductores. En cuanto a las licencias, los vehículos que las usan deberán haber realizado al menos 100 servicios en el último año y deben ser catalanas, quedando invalidadas las de otras Comunidades Autónomas. Estas autorizaciones se exponen a multas de entre 201 y 6.000 euros, junto con la inmovilización del vehículo y retirada del permiso, si incumplen o si hay reiteración. Además, los vehículos deberán contar con un seguro de accidente que cubra hasta 50 millones de euros en pérdidas.
CABIFY, LA MÁS PERJUDICADA EN EL SECTOR
Con esta nueva norma, Cabify tendría que operar con los vehículos eco o cero emisiones de gama alta, cerca del 1% del total de la oferta disponible. La limitación supondrá un desembolso importante a la hora de encontrar un vehículo que se ajuste al decreto. Los precios en el mercado oscilan entre los 40.000 y los 100.000 euros, prácticamente entre el coste de la licencia y el doble del mismo. Todo ello, para equiparar la inversión a la del taxista, que sí puede escoger entre distintos vehículos de gasolina, diésel e híbridos, además de eléctricos.
El decreto supondrá la desaparición de la mayoría de la actividad del sector VTC
De esta forma, las empresas tradicionales de VTC se verán beneficiadas por este decreto. Estas entidades funcionan con un servicio muy distinto, con clientes fijos, especialmente empresarios, y cuya contratación se realiza con 24 horas de antelación. Los vehículos que utilizan son lujosos Mercedes e incluso Audi 8. El taxi abraza esta convivencia al no ver alterado su negocio. Sin embargo, sí muestran su enemistad con las VTC actuales.
LA EXTINCIÓN DE LA NUEVA VTC EN CATALUÑA
Como el Sindicato Libre de Transporte, UGT ha indicado que estas medidas «supondrá la desaparición de la mayoría de la actividad del sector VTC». El mismo sindicato de clase ha recordado que los 15 minutos de precontratación implantados en el decreto de Calvet supusieron la extinción de gran parte del sector de vehículos de alquiler con conductor. De hecho, Moove Cars realizó el mayor ERE del sector, y al mismo tiempo inició una demanda por Responsabilidad Patrimonial contra la Generalitat por unos 400 millones de euros que podrían salir del bolsillo de los catalanes. La misma empresa se reserva el derecho de iniciar nuevas acciones legales por este nuevo decreto.
El decreto de hace tres años conllevó el despido de más de 3.000 empleados de las VTC y provocó la salida de Uber y de Moove Cars. Hace unas semanas, Uber regresó a Barcelona, pero con tan sólo 200 licencias. El motivo se debe a que Moove Cars no ha facilitado ninguna de sus licencias debido al litigio que mantiene con la Generalitat.
LA GENERALITAT EVITA LA COEXISTENCIA DE TAXIS Y VTC
UGT ha cargado también contra la Generalitat de Pere Aragonès y Jordi Puigneró, presidente y vicepresidente, respectivamente, al no tener en cuenta el empleo a la hora de aprobar este decreto que pone en riesgo la actividad de esta movilidad. A su juicio, «podría haber sido una oportunidad de llegar a un consenso entre taxistas y las VTC, haciendo posible la coexistencia de los dos modelos». No obstante, el taxi y el PSC han roto por completo esta posibilidad al exigir criterios muy duros para operar en Cataluña.
Por esta razón, el sindicato ha implorado una solución consensuada con los sectores afectados. Sin embargo, la Generalitat hace oídos sordos a estas demandas, como tampoco dio a conocer esta normativa a las plataformas antes de su aprobación, según apuntan fuentes de las empresas VTC que operan en Cataluña.