Hay un montón de objetos que usamos cada día y que nos hacen la vida más fácil, de hecho todos ellos se inventaron para resolver problemas cotidianos y hacernos la jornada más cómoda y agradable. Pero muchos de estos objetos, tienen un uso extra que hasta ahora nos ha pasado desapercibido, por lo que no estaríamos aprovechando al máximo su potencial.
¿Alguna vez te has preguntado, ‘para qué sirve esto’? Nada es casual en el diseño de las cosas, ni esa muesca, ni ese agujero que aparentemente no sirven para nada. Incluso la forma de los botellines de cerveza tiene un propósito muy práctico. A continuación te desvelamos algunos de estos secretos para que comiences a aprovechar al máximo las funcionalidades ocultas de los objetos cotidianos.
2LATAS DE REFRESCO
¿Te has fijado que las chapas de las latas de refresco tienen un agujero? Puede que hayas pensado que una cuestión casual de diseño, sin embargo, tiene una utilidad muy práctica. Además de ser el elemento que nos ayuda a abrir el refresco, una vez abierto, si le das la vuelta de forma que cubra la abertura del bote, queda perfectamente centrada para introducir una pajita por ese agujero. Quedará completamente ajustada, ya que tiene la medida exacta.