A veces incluso los más cuidadosos con la limpieza del hogar se olvidan de elementos que pensamos nunca necesitan una limpieza a fondo, a pesar de ser precisamente el sitio donde más grasa y suciedad se acumula. Hablamos de la campana extractora. Solemos ser muy limpios sobre todo en la cocina y baño, pero en el caso de la primera solemos dejar por pereza o por su uso continuo, la campana.
Y es que da pereza porque pensamos que es de difícil acceso y peor limpieza. O bien creemos que tarda mucho en ensuciarse como para dedicarse a fondo a dejarla reluciente… hasta que empiezas a ver grasa por las comisuras o goteando. Además, el buen mantenimiento del extractor de humos es fundamental para su correcto funcionamiento. Ni que decir tiene que cuando tenemos una cocina americana o abierta, la limpieza debe hacerse con mayor frecuencia aún, para que siga ayudándonos a mantener el aire limpio. Veamos cómo hacer fácil y naturalmente.
6¿CÓMO CAMBIAR LOS FILTROS?

Para cambiar los filtros de carbón, en los modelos de recirculación primero hay que retirar la cubierta exterior de la campana para poder acceder a ellos. Por lo general, está atornillada, por lo que deberemos aflojar los tornillos y así retirarla. Al moverla, podemos retirar los filtros de carbón tan solo con tirar de ellos. En el hueco dispuesto para ello, introduciremos el nuevo filtro. Antes de recolocar la cubierta te recomendamos limpiarla con un paño húmedo, secarla y entonces volver a atornillarla.
Las campanas que se pueden usar tanto de forma habitual como con recirculación del aire, el filtro de carbón activo se encuentra colocado en la cara interna de los filtros antigrasa. En estos casos es tan sencillo como sacar la malla, retirar el filtro usado, colocar uno limpio y cerrar de nuevo. Antes de comprar cualquier filtro, asegúrate de que sus medidas son las adecuadas para tu campana.