A veces incluso los más cuidadosos con la limpieza del hogar se olvidan de elementos que pensamos nunca necesitan una limpieza a fondo, a pesar de ser precisamente el sitio donde más grasa y suciedad se acumula. Hablamos de la campana extractora. Solemos ser muy limpios sobre todo en la cocina y baño, pero en el caso de la primera solemos dejar por pereza o por su uso continuo, la campana.
Y es que da pereza porque pensamos que es de difícil acceso y peor limpieza. O bien creemos que tarda mucho en ensuciarse como para dedicarse a fondo a dejarla reluciente… hasta que empiezas a ver grasa por las comisuras o goteando. Además, el buen mantenimiento del extractor de humos es fundamental para su correcto funcionamiento. Ni que decir tiene que cuando tenemos una cocina americana o abierta, la limpieza debe hacerse con mayor frecuencia aún, para que siga ayudándonos a mantener el aire limpio. Veamos cómo hacer fácil y naturalmente.
3ANTES, RETIRA LOS FILTROS ANTIGRASA

Estas mallas se pueden retirar fácilmente. Depende del modelo pero por lo general hay una pestaña y al presionarla el filtro sale solo. Prepara un barreño donde entren los filtros por completo con agua caliente, bicarbonato y unas gotas de vinagre o zumo de limón o bien un poquito de quitagrasas. Deja los filtros a remojo unos 20 minutos para que la grasa de ablande. Si los filtros están muy sucios, es posible que el bicarbonato no sea suficiente, pero si se da el caso, una limpieza con amoníaco los dejará como nuevos.
Después, pásalos bajo el grifo con agua caliente y frótalos de nuevo con agua y jabón usando un estropajo o bien un cepillo. Es muy importante que dejes escurrir muy bien los filtros una vez los hayas lavado para colocarlos al final de la limpieza pero siempre secos. Algunos filtros son aptos para el lavavajillas pero aún así, te recomendamos que los dejes a remojo antes para que toda esa grasa acumulada no vaya al lavavajillas.