A veces incluso los más cuidadosos con la limpieza del hogar se olvidan de elementos que pensamos nunca necesitan una limpieza a fondo, a pesar de ser precisamente el sitio donde más grasa y suciedad se acumula. Hablamos de la campana extractora. Solemos ser muy limpios sobre todo en la cocina y baño, pero en el caso de la primera solemos dejar por pereza o por su uso continuo, la campana.
Y es que da pereza porque pensamos que es de difícil acceso y peor limpieza. O bien creemos que tarda mucho en ensuciarse como para dedicarse a fondo a dejarla reluciente… hasta que empiezas a ver grasa por las comisuras o goteando. Además, el buen mantenimiento del extractor de humos es fundamental para su correcto funcionamiento. Ni que decir tiene que cuando tenemos una cocina americana o abierta, la limpieza debe hacerse con mayor frecuencia aún, para que siga ayudándonos a mantener el aire limpio. Veamos cómo hacer fácil y naturalmente.
2EL EXTERIOR DE LA CAMPANA EXTRACTORA, LO FÁCIL
Debemos de evitar productos abrasivos y el uso de estropajos para no dañar la superficie y el acabado, sobre todo si es de acero inoxidable. Lo mejor es emplear un paño húmedo y limpio que mojaremos en una mezcla de agua con una pizca de bicarbonato. Tras frotar el paño y retirar la suciedad, la grasa y las huellas de dedos, pasaremos papel de cocina para secar la superficie.