Estamos en una vorágine de inflación, de subida de precios, de los impuestos que nos ahogan y de una crisis que muchos economistas avisan que no ha hecho más que empezar. Todos estamos sufriendo ese aumento constante del coste de la vida: en alimentación, ropa, energía, así que obviamente no se libran otros productos que no son de primera necesidad sino considerados «lujos» o adicionales, como el tabaco. Hace años que la cruzada contra él trae también subidas constantes de la cajetilla, medidas para prohibir fumar en casi todos los lugares públicos. Lo último era de esperar: una nueva subida, en consonancia con la inflación general que vuelve a estar en los dos dígitos, según el último informe de junio. Veamos con detalle todo ello.
1EN EL MARCO DE LA NUEVA LEY DEL TABACO
La nueva ley antitabaco busca reducir el consumo entre un 20% y un 30% antes del 2025. Los efectos del tabaco forman parte de los grandes problemas de salud en el mundo. Para disminuir la cifra de fumadores, el Ministerio de Sanidad ha preparado una nueva estrategia incrementando los impuestos y reduciendo la publicidad del tabaco y que continuará de cara al 2023. La gran novedad es que no se podrá fumar en terrazas de bares y restaurantes ni tampoco en la playa. Tampoco se podrá fumar en instalaciones deportivas al aire libre, ni en vehículos privados cuando viajen niños o mujeres embarazadas.