Las latas de conserva llevan años haciéndonos la vida más fácil, ya que nos permiten almacenar comida perecedera durante mucho tiempo sin que se estropee. De hecho, es un fantástico invento del ser humano, cuya patente se atribuye a un comerciante inglés de apellido Durand. Las personas de cierta edad recordarán que hubo un tiempo en el que las latas iban acompañadas de una especie de llave con una hendidura, en la que se colocaba una punta que sobresalía de la lata y se giraba sobre sí misma para ir enrollando la tapa.
6ABRIR UNA LATA CON UNAS TIJERAS
Para el tercer truco podemos emplear unas tijeras de cocina. El procedimiento es igual que en el caso anterior, y consiste en clavar la punta en el bote para abrir un agujero en la tapa de aluminio. Una vez que tengamos un hueco hecho, solamente hay que seguir rodeando el resto de la tapa como si estuviésemos empleando el filo de un abrelatas manual. A falta de cuchillos y cucharas, se puede abrir una lata con unas tijeras, incluso con un destornillador. Eso sí, únicamente se aconseja utilizar estos trucos si no hay otra alternativa porque no son totalmente seguros. El de la cuchara es el menos arriesgado.