A principios de junio, el director ejecutivo de Carrefour, Alexandre Bompard, volvió a ‘salvar los muebles’ en una nueva junta de accionistas. Y es el que el ejecutivo francés apenas logró que el 58% de los accionistas aprobasen su remuneración. Una cifra todavía más baja que el pírrico 63% obtenido en la misma asamblea celebrada un año antes. Por el camino, Bompard y la firma de distribución francesa habían perdido también el respaldo del tercer hombre más rico del mundo, Bernard Arnault, después de mantener su inversión durante más de una década.
MAZAZO A MAZAZO
Así, mazazo a mazazo, Bompard empieza a entender que su gestión en Carrefour está empezando a hacérsele bola a los accionistas. En especial, cuando debe recibir una retribución multimillonaria por ella. Aunque no solo son los accionistas minoritarios, los más reconocidos (como el propio Arnault) o los fondos activistas, sino que en general la confianza del mercado también es pequeña.
Pero, ¿a qué se debe ese ataque? Básicamente a que la situación de la compañía cada vez es más complicada. La firma francesa debe competir en un sector muy competitivo en el que hay márgenes muy bajos, con un elevado apalancamiento y una distribución del capital deficiente. A esa situación difícil, que asustó al propio Arnault, se le añaden otros retos a corto y a largo plazo.
INFLACIÓN DE COSTES
En el primer caso, la inflación de costes y la contracción de las cadenas de suministro es un dolor de cabeza diario. En el segundo, la manera en que Carrefour se adapta al entorno cambiante del sector, principalmente con la llegada de internet, es por el momento poco ambiciosa. Eso es un problema. Más aun, cuando el propio Bompard llegó para acelerar un recorrido que ahora genera dudas. La suma es un cóctel explosivo que se puede llevar a la firma francesa por delante.
CARREFOUR LASTRADA POR FRANCIA
De hecho, ya estuvo a punto de ocurrir hace no mucho. Y es que Auchan, uno de sus grandes competidores franceses, en propiedad de la familia Mulliez, estuvo cerca de hacerse con la totalidad o al menos una parte de Carrefour. Una opa que finalmente se frustró, entre otras cosas, por problemas familiares. Pero en mitad de una vorágine de precios, una escasez de alimentos y la sombra de una recesión aquello no parece más que un mal recuerdo para Bompard y su equipo. Más si cabe, después de ir de más a menos en lo que va de año.
El comienzo del 2022 para el grupo se calificó como “alentador”
Así, el comienzo de 2022 para el grupo se calificó como “alentador”, según Barclays. Principalmente, porque el grupo francés parecía evolucionar positivamente en sus principales mercados. En España, Carrefour había ganado cuota de mercado durante todo el 2021. Una tendencia que se ha ratificado a comienzos de este año. También la situación parece beneficiosa en Brasil, donde no solo se estaban mejorando cifras, sino que se había llegado a un acuerdo para comprar BIG. Y, en última instancia, se había logrado mantener el tipo en Francia pese a las dificultades.
EL grupo francés parecía evolucionar positivamente en sus principales mercados
El resumen rápido de esas buena noticias es que las acciones de Carrefour se incrementaron cerca de un 40% entre finales de 2021 y abril de 2022. Pero la invasión rusa de Ucrania disparó todos los miedos a corto plazo de los analistas, respecto de la firma francesa. Especialmente en el mercado francés. «Francia estuvo un escalón por debajo de las expectativas, mientras que el tono de las perspectivas, aunque sensibles en el contexto actual, es poco probable que entusiasmen», subrayaron los analistas de JP Morgan acerca del futuro de Carrefour.
LA INFLACIÓN CRECE POR ENCIMA DE LAS PREVISIONES
Ese mismo día, era el 21 de abril, las acciones de Carrefour se hundieron un 4%. Una caída que reforzó el sentimiento pesimista iniciado unas semanas antes y que ha seguido hasta hace poco. De hecho, desde los máximos alcanzados a finales de marzo, los títulos del grupo se han hundido un 15,7%, por debajo del nivel que, por ejemplo, tenían en el verano de 2019. Y es que la inflación hace mucho daño en la firma gala, como se puede comprobar, por ejemplo, en el balance de la compañía y también en la evolución de las ventas en sus grandes superficies.
Entre los datos aportados que no gustaron ni a analistas ni a inversores, estaba la caída del 1,1% en los hipermercados
Entre los datos aportados por el grupo, y que no gustaron ni a analistas ni a inversores, estaba la caída del 1,1% en los hipermercados. Unos locales en los que el volumen de marcas y productos es tan extenso que hace inevitable que Carrefour sobresalga como uno de los supermercados que más suben el precio medio de una cesta de la compra. En España, por ejemplo, la firma francesa está entre las primeras en este apartado, junto con Dia. Eso implica que menos gente acuda a dichos lugares, lo que dificulta a la empresa mantener los ingresos y los márgenes.
otro problema que ha golpeado con fuerza a Carrefour es la inflación
Y es que otro problema que ha golpeado con fuerza a Carrefour es la inflación. Durante la conferencia con analistas para los resultados anuales, que se hizo a principios de año, Bompard asumió un crecimiento de precios de un dígito medio bajo que cifró entre el 3 y el 5%. Meses más tarde, la cifra en Francia está en la parte más alta de esa previsión, mientras que en España es casi el doble. Ese desfase está generando tensiones con proveedores y con clientes. Aunque en regiones como la española, por el momento, el grupo está logrando obtener buenos resultados en el resto de países está siendo más complicado.
CARREFOUR APUESTA POR METER AUN MÁS LA TIJERA
Pero los costes siguen cada vez más de cerca a los ingresos, lo que estrecha los márgenes en distintas áreas. De ahí, que el grupo esté trabajando no solo para aumentar el ahorro de costes, sino que también lo está acelerando. “En vista del entorno inflacionario al que nos enfrentamos, decidimos aumentar nuestra iniciativa de ahorro de costes d el objetivo inicial de 2.400 millones en tres años a 2.700 millones”, reconocía en febrero el director financiero del grupo, Matthieu Malige. Sin embargo, en abril, Malige hacía hincapié en que se estaba “reforzando” el programa de ahorro de costes.
Ese implica que se están vendiendo algunos hipermercados, como ya se ha hecho en España, o que se está cerrando sobrecapacidad en las últimas adquisiciones. Pero también que la rapidez de ejecución de la estrategia digital del grupo se ralentice. Bompard lanzó un ambicioso plan para incrementar notablemente su presencia en internet, lo que implicaba invertir hasta 10.000 millones para 2026. Ese objetivo podría reducirse próximamente. Por un lado, porque una crisis en Europa reduciría notablemente el volumen de efectivo del grupo. Por otro, porque las empresas de distribución están sintiendo en sus márgenes lo difícil que es hacer rentable el negocio de entrega de última milla.
el plan estrella de Bompard empieza a resquebrajarse, mientras el resto de pilares fundamentales se resienten
En definitiva, el plan estrella de Bompard empieza a resquebrajarse, mientras el resto de pilares fundamentales se resienten. Por el momento, el grupo ha logrado mantener el tipo gracias a España y Brasil, pero sin el empuje de Francia los retornos serán cada vez más pequeños. También los márgenes, ya que el sector de la distribución en Europa es muy competitivo, por ejemplo, es especialmente desafiante para Carrefour en Bélgica. Y el mayor de los problemas es que el equipo directivo cada vez tiene menos confianza para elaborar y ejecutar un próximo plan Estratégico que se ha vuelto crucial para el futuro de la compañía.