En pleno verano muchos disfrutan ya del sol, la playa, el aire libre y la piscina. Ya han abierto todas las públicas y privadas, y los que tiene que trabajar o son tan afortunados de tener una en su casa o urbanización, pueden zambullirse a diario para relajarse, en espera de poder ir a la playa. Sin embargo, como tantas cosas buenas que trae el verano: calorcito, sol, mucha agua… todo ello trae sus consecuencias y por tanto unos cuidados y precauciones. Pasa con el bronceado, con la hidratación, y en el caso de las piscinas con el cloro. Es un elemento químico necesario para la higiene y mantenimiento, pero un exceso del mismo es de lo más contraproducente para tu cuerpo. Veámoslo.
5¿CÓMO DISMINUIR EL NIVEL DE CLORO?
Esto va obviamente dirigido a los afortunados que tienen piscina propia o que tienen responsabilidades en el cuidado de piscinas comunitarias o por su trabajo. Hay varias maneras de reducir el nivel de cloro en la piscina, pero siempre siguiendo estos pasos:
Eliminar todas las formas de cloro del agua. Por ejemplo, si quedan piedras en el skimmer, puedes quitarlas; luego, ajustando el pH, tanto positivo como negativo; a continuación, iniciando un filtrado completo y por último una medición del nivel de cloro y pH, para ver si ha surtido efecto.