Una de las frutas más habituales en nuestras casas es la naranja, un alimento dulce, jugoso y que se puede consumir de diversas formas. Tiene un montón de propiedades beneficiosas para el organismo, destacando su aporte en vitamina C, lo que hace que las ventas se incrementen después del verano, cuando las temperaturas comienzan a bajar, y todos procuramos mantener nuestro sistema inmune en las mejores condiciones posibles. El origen de este fruto, que llamamos por su color, en realidad se denomina Citrus Sinensis, y proviene del sureste de China y el norte de Birmania.
6EL ZUMO FAVORECE EL AUMENTO DE PESO
Según la información de la FEN, 100 gramos de naranja aportan unas 42 calorías; sin embargo, el zumo de naranja resulta más calórico, ya que unos 250 mililitros (un vaso común de zumo de naranja), implica consumir 118 calorías. Así que, además de eliminar la fibra y dejar los azúcares ‘sueltos’, el jugo de la naranja puede hacernos engordar hasta 5 kilos en un año si se consume de forma diaria. Es una bebida muy rica, que siempre será una mejor opción que un refresco gaseoso, pero su consumo debería ser puntual, y no sustituir a la naranja entera, gajo a gajo.