Una de las frutas más habituales en nuestras casas es la naranja, un alimento dulce, jugoso y que se puede consumir de diversas formas. Tiene un montón de propiedades beneficiosas para el organismo, destacando su aporte en vitamina C, lo que hace que las ventas se incrementen después del verano, cuando las temperaturas comienzan a bajar, y todos procuramos mantener nuestro sistema inmune en las mejores condiciones posibles. El origen de este fruto, que llamamos por su color, en realidad se denomina Citrus Sinensis, y proviene del sureste de China y el norte de Birmania.
5¿TOMAR LA NARANJA EN ENTERA O EN ZUMO?
Los expertos siempre recomiendan tomar la naranja entera, mejor que exprimida. Al consumirla así, ingerimos todos los nutrientes que se encuentran en la pulpa. Cuando la tomamos en zumo, y si encima ese zumo está colado, se perderá toda la fibra que podría aportar. Además, al eliminar toda la fibra, la absorción de azúcares se produce muy rápidamente, provocando un pico glucémico repentino, lo cual no es muy saludable, ya que el aumento de la glucosa afecta a la insulina, que puede incrementar los depósitos grasos. La fibra, por el contrario, hace que los azúcares se asimilen lentamente, y permite que el intestino aprovecha todas las propiedades de esta fruta.