La gestión del tiempo es una de las disciplinas más difíciles de abordar para los emprendedores. No es extraño que se encuentren con que tienen mucho que hacer y poco tiempo para ello, y eso les acaba pasando factura.
Cuando las tareas se acumulan y el tiempo no se puede estirar más, aparecen importantes episodios de estrés y ansiedad. Además, existe el riesgo de no hacer bien el trabajo o no poder entregarlo a tiempo, lo que conllevaría una pérdida de rentabilidad en el negocio.
9Hay que saber decir no
Tener un negocio propio implica mucha responsabilidad, pero no por ello hay que aceptar todo el trabajo que llegue. Siempre hay encargos que no son nada rentables, que llevan más tiempo del que sería deseable, o que sencillamente no apetece hacer.
Hacer algo cuando no se tienen tiempo ni ganas, es realmente complicado. En muchos casos, la clave está en saber renunciar a tiempo a ciertos proyectos o encargos, a fin de aprovechar mejor el tiempo disponible.