La gestión del tiempo es una de las disciplinas más difíciles de abordar para los emprendedores. No es extraño que se encuentren con que tienen mucho que hacer y poco tiempo para ello, y eso les acaba pasando factura.
Cuando las tareas se acumulan y el tiempo no se puede estirar más, aparecen importantes episodios de estrés y ansiedad. Además, existe el riesgo de no hacer bien el trabajo o no poder entregarlo a tiempo, lo que conllevaría una pérdida de rentabilidad en el negocio.
4Reservar tiempo para los imprevistos
Por mucho que el emprendedor quiera organizar su jornada de forma milimetrada, siempre va a surgir algún problema que hará que la agenda se pueda descuadrar. Por ejemplo, esa reunión inesperada a última hora.
Dado que los imprevistos están ahí nos gusten o no, hay que tenerlos presentes dentro de la gestión del tiempo de trabajo, reservando dentro de la jornada algunos minutos para atender este tipo de situaciones.