Normalmente, nos comemos algunas frutas y verduras directamente con piel, como es el caso de las manzanas, las peras, los tomates, el calabacín, la zanahoria e incluso las patatas. Sabemos que la piel concentra una buena cantidad de nutrientes y puede aportar muchos beneficios a la salud. Sin embargo, hay algunos vegetales que directamente los pelamos, como es el caso del kiwi, cuya piel cubierta de una peculiar pelusa, no resulta de entrada muy apetecible para comer.
3EN BATIDO O CON GRANOLA
Si no te apetece demasiado comerte un kiwi con piel a bocados, tal y como harías con una manzana, una forma ideal de aprovechar sus propiedades es incluirlo con ingrediente a nuestros smoothies o batidos de frutas. Una vez triturado el resto de ingredientes, su piel no se nota en absoluto. También se puede incluir en rodajas finas con yogur y granola. Al haber una variedad de texturas, la piel pasa totalmente desapercibida, y como resultado obtenemos un desayuno sano, rico y con muchísima fibra.