El riesgo de estanflación, uno de los peores (o el peor) escenario económico que se conoce, está muy presente en la toma de decisiones de Scion Asset Management y Bridgewater, los fondos liderados por los brillantes inversores Michael Burry y Ray Dalio, respectivamente. Ambos mantienen una decidida apuesta por una tendencia alcista en las materias primas, al menos a largo plazo, pero también están sacando una buena tajada en su estrategia bajista sobre acciones tecnológicas y los bonos, respectivamente.
Burry, conocido por adelantarse a la explosión de la burbuja inmobiliaria de 2008 y apostar por una fuerte caída de la Bolsa, ha cargado el cañón contra Apple. En concreto, la inversión se ha realizado con más de 200.000 títulos de la compañía de Cupertino a un precio cercano a los 170 dólares. En este momento, los títulos del fabricante de iPhone caen más de un 24% desde finales de marzo y el mismo porcentaje desde el inicio del año. Y es que, la elevadísima inflación y un parón económico haría caer las ventas de productos, especialmente tecnológicos.
EL RIESGO DE ESTANFLACIÓN, MÁS PRESENTE QUE NUNCA
Cabe recordar que Burry vendió gran parte de las acciones estadounidenses que tenía en el fondo ante el riesgo de la estanflación. Sin embargo, tras las pérdidas registradas en Wall Street durante el primer trimestre, volvió a entrar en la principal Bolsa del mundo. Asimismo, realizó coberturas sobre Alphabet (Google), con un descenso del 25% desde enero; Meta (Facebook), un 48% abajo desde el inicio del año; y Discovery, un 7% abajo en estos seis meses.
Bridgewater, por su parte, se desprendió por completo de su inversión en Tesla, unos 27 millones de acciones, y que pierde un 41,9% desde el inicio del año, y compró de forma sorprendente títulos de GameStop, la empresa considerada un meme de la Bolsa y cuya subida fue una apuesta decidida de inversores particulares para hundir la estrategia de los bajistas. Desde la entrada del fondo, las acciones de esta empresa se han disparado un 59%, aunque pierde un 15% desde enero. En total compró 689.000 títulos.
LOS GESTORES APUESTAN POR MATERIAS PRIMAS Y LIQUIDEZ
Stanley Druckenmiller, multimillonario y fundador de Duquesne Capital, está siguiendo las nuevas tendencias alcistas, especialmente en empresas y materias primas del sector energético y minero, con una combinación exitosa contra el S&P 500. Así, posee títulos de Chevron desde finales de marzo, como de Coterra Energy. Ambas firmas suben un 30%, respectivamente, desde el cierre del primer tramo del año.
Estas estrategias están completamente al ciclo económico a corto plazo. Las expectativas de inflación, elevadas durante la segunda parte del ejercicio, junto con una contracción económica e incluso recesión, son motivo más que suficiente para explicar estas compras e inversiones bajistas. Asimismo, también la renta fija ha entrado en juego con las subidas de tipos de interés y la caída del precio de los bonos, especialmente los denominados «basura».
El ajuste será doloroso y obligará a los bancos centrales a relajar sus políticas monetarias
Dalio tiene muy presente la estanflación, más cuando los tipos de interés tendrán que comenzar a bajar a partir de 2024 y que los bancos centrales tendrán de nuevo la batuta de los mercados. Mientras tanto, las Bolsa navegarán a merced de los altos precios y un crecimiento muy bajo, que terminará afectando en mayor o menor medida a toda la economía mundial.
LOS BANCOS CENTRALES RECULARÁN EN 2024: ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS
«El ajuste será doloroso y obligará a los bancos centrales a relajar sus políticas monetarias», ha indicado. El motivo de escoger el 2024 es más sencillo de lo que a priori puede pensarse. Hay elecciones presidenciales en noviembre de ese año y para entonces habrá que poner toda la artillería a funcionar para paliar los efectos a los consumidores.
Por el momento, la Reserva Federal ha tomado decisiones más potentes que su homólogo en el Viejo Continente, el Banco Central Europeo. Las subidas de tipos de interés sobre el dólar serán más intensas que en Europa y se adoptarán a un mayor velocidad. El BCE de Christine Lagarde subirá las tasas en un 0,25% el próximo mes de julio y deja otro incremento de cara a septiembre. El problema para estas instituciones es que no sólo llegan tarde a este adelantado fin de fiesta, sino que además no actúan con la contundencia adecuada. El riesgo presente es que se pasen de frenada si la inflación remite. La cuestión será dónde estará el precio del dinero de cara al próximo año y en que situación se encontrarán los tipos de interés para entonces.
BAJISTAS CONTRA LOS BONOS DE DEUDA CORPORATIVA Y SOBERANA
Ante esta situación, el fundador de Bridgewater tiene clara la estrategia a seguir: operar bajista contra los bonos. A su juicio, es más seguro invertir en el Bitcoin, pese a la gran caída que registra y su correlación con Wall Street, que en la deuda. Tanto en Estados Unidos como en Europa, las Bolsas y los bonos caen con fuerza. El refugio se encuentra así en las materias primas y especialmente el petróleo, gas, cobre y oro. También conviene no perder de vista a China, que podría aprovechar para abrir la brecha con Estados Unidos y liderar la economía mundial, aunque está por ver si es por crecimiento propio o por derrumbe de Estados Unidos.
Bridgewater es el fondo de inversión más grande del mundo con más de 150.000 millones de dólares bajo gestión. Por este motivo, sus inversiones son muy seguidas, más cuando los depositantes exigen rentabilidades en tiempos de incertidumbre. En los últimos meses, Dalio ha revelado su visión contra los bonos, aunque podría ser interesada. Más cuando ostenta apuestas bajistas contra el precio de la deuda corporativa de Estados Unidos y Europa, tras haber hecho lo propio con la deuda soberana estadounidense.
LA INFLACIÓN GALOPANTE Y EL PARÓN DE LA ECONOMÍA, MOTIVOS PARA PONERSE BAJISTA
A su juicio, la inflación galopante ha venido para quedarse durante los próximos trimestres y escalará a un ritmo más elevado del predicho por la Reserva Federal. Asimismo, la economía estadounidense volvería a entrar en un parón y no recuperará el crecimiento sólido durante los próximos años. Con una economía débil y una inflación desbocada, la estrategia está servida. Los alcistas deberían vigilar y entrar en empresas defensivas y contracíclicas o bien mantenerse en liquidez a la espera de un mejor momento para invertir ante los posibles rebotes.
Los pronósticos de Bridgewater están sostenidos también por datos, como los de la OCDE y del Banco Mundial, que han recortado sus previsiones de crecimiento de forma drástica para la economía mundial. En España, se espera que las turbulencias se manifiesten una vez terminada la campaña estival.