Desgraciadamente a veces nos encontramos con dolencias o achaques sin saber el motivo. Lo único que sabemos es que nos duele, pero desconocemos si es algo grave o una mera indisposición que no requiere ir a urgencias ni al médico de cabecera. Es el caso del estómago, una de las partes de nuestro cuerpo que más sufrimos de frecuentes molestias, junto con la cabeza o la espalda. Pero ojo, porque un dolor de estómago igual puede ser una tontería por mala digestión o que algo te haya sentado mal, que una posible dolencia más grave, como una úlcera. Vamos a ver por eso cómo diferenciar uno u otro, sabiendo los síntomas de cada uno, para así ni alarmarse en unos casos ni confiarse en otros, dejando pasar algo que puede requerir tratamiento o algo más.
7EL TRATAMIENTO
Hay diferentes factores que influyen en el mismo. Por una parte, el cumplimiento de la pauta de tratamiento como su dosis y duración, junto con la presencia de alergias a fármacos o la resistencia antibiótica, el tipo de antibiótico utilizado, la pauta de administración y efectos secundarios.
El objetivo de los tratamientos es resolver la infección por la bacteria, es decir, eliminarla por completo. Pero esto es un objetivo que no siempre se consigue en la práctica diaria, debido al desarrollo de resistencia a los antibióticos por parte de la bacteria. Según los expertos, lo ideal sería conocer la susceptibilidad del germen que presenta cada paciente, realizándose un cultivo y un antibiograma para dirigir el tratamiento específico.