Los pacientes que padecen (o se encuentran en remisión) de una enfermedad hematológica maligna, o una enfermedad neoplásica sólida, presentan con frecuencia alteraciones en su sistema inmune, las cuales pueden persistir en el tiempo según las terapias recibidas. Si estos enfermos se infectan por SARS-COV2, pueden tener una capacidad disminuida para eliminar el virus por sí mismos, además de una respuesta baja a las vacunas. En la actualidad los tratamientos antivirales disponibles para esta población son limitados.
«Presentamos los resultados iniciales de un estudio observacional restrospectivo sobre 35 pacientes inmunodeprimidos a los que se ha administrado plitidepsina como uso compasivo. Estos pacientes tienen problemas para bajar su carga viral y no consiguen negativizar. Incluso permanecen dando positivo cerca de un año», explica el Dr. Pablo Guisado, especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. «Nos enfrentamos ante un grupo de pacientes que pueden mantener una PCR positiva durante meses. Sin embargo, los pacientes tratados con plitidepsina en este estudio han podido obtener una PCR negativa a las dos semanas tras la administración del fármaco. Obtener una prueba negativa para la COVID-19 es fundamental para que muchos de ellos puedan retomar su tratamiento oncológico y continúen luchando contra su enfermedad», explica el Dr. José Aguareles, del Departamento de Investigación del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid«.
Los resultados de este trabajo han sido presentados en el XXV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas e Inmunología Clínica que se ha celebrado en Granada del 2 al 4 de junio.
«El tratamiento de estos pacientes se debe basar en el control del virus. Utilizamos la plitidepsina con una autorización de uso compasivo y utilizando la pauta descrita en los protocolos de sus ensayos clínicos: una dosis diaria durante tres días consecutivos. No observamos toxicidad añadida», detalla el Dr. Guisado, que ya publicó el primer caso de éxito de tratamiento con plitidepsina en pacientes inmunodeprimidos en el número de enero la revista Journal of Hematology & Oncology.
«Los pacientes inmunodeprimidos con tumores hematológicos malignos, o tumores sólidos, son un tipo de enfermos que normalmente no participan en los ensayos clínicos por su complejidad. En el estudio hemos recogido la experiencia con 35 pacientes, 30 de ellos en nuestro centro», afirma el Dr. Aguareles. Existen otros enfermos inmunodeprimidos que podrían tener problemas graves al infectarse con el SARS-COV2 y beneficiarse de esta alternativa terapéutica, como por ejemplo los pacientes con enfermedades reumatológicas (vasculitis), esclerosis múltiple o trasplantados de órganos sólidos o hematológicos que hayan sido tratados con anticuerpos monoclonales frente a células B. «Queremos exponer a la comunidad científica que existen opciones terapéuticas en casos de extrema dificultad como los pacientes inmunodeprimidos», concluye el Dr. Pablo Guisado.