En España se calcula que hay más 2,5 millones de personas que utilizan lentillas a diario. Aunque se trata de una alternativa práctica y cómoda a las gafas convencionales, es importante conocer sus riesgos, ya que un mal uso puede causar daños irreversibles en el ojo. Estos riesgos se incrementan durante los meses de verano, debido al clima, a los viajes, a las diferentes actividades que solemos realizar y a un mayor relajamiento en los hábitos de uso de las lentes de contacto.
5CÓMO EVITAR RIESGOS
Además de usar lentes desechables diarias, (o mensuales, si se mantiene una higiene escrupulosa), hay otras pautas que nos ayudarán a minimizar riesgos. Por ejemplo, no se deben utilizar en la piscina, en la playa y ni tan siquiera en la ducha. Tampoco se recomienda tomar el sol con ellas puestas, porque el calor y la falta de parpadeo puede provocar úlceras corneares o que la lente se quede adherida a la córnea debido a la sequedad. Así que, para esas actividades, lo ideal es prescindir de lentillas y bien recurrir a unas gafas normales o unas de sol graduadas.